Con un encanto único y tradiciones ancestrales que aún se mantienen vigentes, este pueblo mágico es el tesoro mejor escondido de Salta.
El Norte argentino es una caja que atesora joyas, reliquias que parecen detenidas en el tiempo e invitan a reconectarse con lo más sagrado. Allí es donde se ubica Animaná, pueblito que descansa en los Valles Calchaquíes, sobre la siempre hermosa Ruta 40. A continuación te compartimos los 5 motivos por los cuales tenés que visitarlo.
Gastronomía típica
Panza llena, corazón contento en Animaná, donde es posible saborear la mejor gastronomía regional, provista de exquisitos platos auténticos como empanadas, tamales y humitas elaborados obviamente con productos de la zona. Se destacan también la cabeza guateada y los vinos artesanales.
Ideal para los amantes del vino
Animaná conserva la bodega más antigua de la zona, que todavía mantiene tradicionales formas de elaboración de la delicia del Valle Calchaquí. Allí se pueden encontrar grandes varietales de Torrontés, Malbec, Cabernet Souvignon, Barbera de Asti y Tannat. ¿Un bonus track? En Animaná hasta se puede vivir la inolvidable experiencia de participar en la producción de vino patero junto a los pobladores locales.
Contacto con lo autóctono
En Animaná el visitante puede experimentar la vida cotidiana de los pobladores, siendo parte de sus actividades diarias y aprendiendo todo acerca de la cultura y tradiciones que se mantienen de generación en generación. Además, está la posibilidad de realizar cabalgatas y caminatas para así conocer el pueblo y sus alrededores.

Los paisajes de la Ruta 40
La siempre imponente Ruta 40 permite deslumbrarse con sus paisajes: sobre todo de este hermoso contraste del ocre en los cerros y los espacios productivos que se extienden a ambos lados del Río Calchaquí. Y atención, porque el Paraje San Antonio, ubicado a sólo 8 km, entre cerros y un río de aguas cristalinas es otro tesoro que merece ser descubierto.
Artesanías ancestrales
Este pueblo también es reconocido por ser centro productor de la cestería en simbol y poleo con una gran variedad de diseños. Hablamos de canastos, guardarropas, pantallas, porta botellas y posa platos. Además es posible encontrar piezas de cerámica y tejidos en telar.