Historia, paisajes extraordinarios, naturaleza, gastronomía y enoturismo. Todo convive en esta sorprendente provincia que invita a descubrirla con propuestas tan diferentes como únicas. ¡Que comience el viaje!
La geografía, así, fría y literal, dirá que La Rioja es una de las 23 provincias de la República Argentina, lindera de Catamarca, Córdoba, San Luis, San Juan y de nuestro vecino Chile, allí donde el límite lo marca la siempre imponente Cordillera de los Andes.
Pero… En este punteo, ¿dónde entra el calor de su gente? ¿Lo mágico de sus paisajes? ¿La variedad de propuestas? ¿El encanto de su tierra? La Rioja es una provincia increíble, que en sus casi 90.000 km2 esconde tesoros que hoy serán develadas…
La joya de la provincia
¿Qué hace falta agregar…? Que el Parque Nacional Talampaya sea Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO y también ostente el galardón de ser una de las 7 Maravillas Naturales de Argentina, habla por sí solo. Si nos queremos poner más técnicos, tiene un valor científico, geológico y paleontológico muy difícil de encontrar en otro punto de nuestro país.
Quien lo visita se sorprenderá con un ambiente natural extraordinario, fuera de lo común, con flora y fauna autóctona. ¿Los imperdibles? El Cañón de Talampaya, Los Balcones y Los Cajones de Shimpa. Tampoco pueden faltar en el itinerario los circuitos de Arco Iris y Ciudad Perdida.
Tocando el cielo
A 4.400 metros sobre el nivel del mar, la Laguna Brava tiene custodios de privilegio, gigantes de más de 6.000 metros, como Veladero y Pissis, que están en el top mundial de los volcanes más altos del mundo. Allí, rozándole la panza al cielo se encuentra este sitio resguardado por la Unesco, y hogar de flamencos rosados, zorros, guanacos, vicuñas, ñandúes y cóndores.
Esta reserva cuenta con diversos circuitos para deleitar la vista y el corazón. El tradicional incluye el imperdible avistaje de flamencos y vicuñas, pero también hay caminos alternativos para descubrir El Volcancito, los refugios cordilleranos, la Bahía de los Flamencos, Los Geiseres y el siempre imponente cráter Corona del Inca.
Jurassic Park
El Parque de Dinosaurios Sanagasta es literalmente un viaje al pasado, o a las grandes películas de Steven Spielberg. La importancia de este sitio geológico radica en el descubrimiento de nidadas de huevos de dinosaurios, que datan de 65 a 95 millones de años. Sin lugar a dudas que este hallazgo no hace más que reavivar el interés depositado en la evolución y comportamiento de aquellos grandes animales.
Eso sí, a caminar con cuidado por el parque, ya que a lo largo de todo el predio se encuentran réplicas de dinosaurios tan reales que asustan. La visita incluye recorridos para poder conocer la naturaleza autóctona y avistar cada uno de estos gigantes jurásicos.
Copa en mano
Más que una simple bebida que invita al encuentro, el vino en La Rioja se ha transformado en una excusa más para visitar la provincia y conocer parte de su cultura. Y por eso hasta quienes no sean tan amantes de la enología igual deben darse una vuelta por algunas de las bodegas que esperan con grandes varietales a lo largo de toda la provincia.
¿El imperdible? El Torrontés riojano, por supuesto… Que para confirmar su preponderancia, cubre casi el triple de hectáreas que el mismísimo Malbec. Los Valles de Famatina, Aminga, Angulos o Chañarmuyo son los imperdibles del circuito enológico de La Rioja.
Panza llena, corazón contento
Las tierras riojanas son muy generosas, no solo a nivel enológico, sino también en otros productos. Son renombrados sus aceites de oliva extra virgen, aceitunas, alfajores, arrope de uva, chañar, tuna, jugo de uva y nueces. Por eso, una visita a esta provincia no estaría completa si no se degustan esos manjares autóctonos. Y, cómo no, nunca estará de más probar una empanada lugareña, acompañada de un buen vaso de vino.
Fotos: Turismo La Rioja
Por Christian Ali Bravo.
