Ubicada en Luján de Cuyo, la original propuesta convirtió viejos colectivos que ya no se utilizaban en hospedajes con todas las comodidades. Un plan diferente en un paisaje único.
Mendoza es un destino por demás atractivo: desde sus paisajes de cordillera a vinos de calidad premium que son reconocidos en todo el mundo. Todo toma otro color cuando a ese planazo se le puede sumar el hospedarse en un lugar fuera de lo común… pero con todas las comodidades de un hotel de lujo.
En concreto, la propuesta de Bondi Lodge es vivir una experiencia diferente, en colectivos que estaban en desuso y fueron reacondicionados con todas las comodidades y lujos. Así, sus huéspedes podrán disfrutar de todo el encanto mendocino, en un entorno natural único, con todo el confort de estos micros reciclados.

¿Ponemos primera?
Bondi Lodge nació del sueño de Jano Montilla y Fausto Omati, que durante la pandemia comenzaron a pensar en la idea de contar con una vivienda pero a un bajo costo. Hoy, ese anhelo es todo una realidad: ubicado en Luján de Cuyo, Bondi Lodge espera a sus huéspedes con una propuesta disruptiva pero también muy confortable.

Para darle forma a ese sueño, se valieron de aquellos micros que salen de circulación por ley y que habitualmente son desechados como chatarra, más allá de que su estructura permanezca en buen estado. Así, esos colectivos que iban derecho al desarmadero se transformaron en viviendas multifuncionales de 30 metros cuadrado, con todas las comodidades.
A tomar nota: cada micro tiene una capacidad para dos o cuatro personas, y cuenta con cocina equipada, living integrado, habitación, baño, Wi-Fi, TV y parrilla.

Un paraíso natural
Estas tiny houses de lujo, que anteriormente supieron ser micros, están ubicadas en un verdadero paraíso natural: el jardín donde descansar está habitado de más de 40 plantas autóctonas, un espacio de recreación y también para hacer fuego. Además, cuenta con pileta y bicicletas para que sus huéspedes puedan salir a recorrer la zona.
Más allá de lo innovador de esta propuesta, uno de sus grandes pilares es la sustentabilidad y su mínimo impacto en el medioambiente. Muestra de ello son sus jardines xerófilos, que reducen al máximo el consumo de agua.
Un último dato: dado que Bondi Lodge se basa en la economía circular, no solo le dio vida a colectivos en desuso sino que también aprovechó muchas partes de estos bondis para decorar los exteriores, como plafones, tachos de basura y macetas.
