Construcciones históricas o museos que incorporan una propuesta gourmet a sus espacios. Te contamos sobre 3 lugares escondidos en la ciudad de Buenos Aires donde ir a disfrutar de un rico desayuno o un almuerzo rodeado de verde y con una arquitectura distintiva.
Clorindo
Un pulmón en medio del caos. Un escondite entre las cúpulas y los grandes edificios, un azul que solo trae calma. Clorindo es un espacio donde el café de especialidad es el fuerte y en donde la arquitectura (y su patio escondido) hace que la experiencia sea única.
Clorindo lleva una historia en su ADN. El café rinde homenaje a uno de los arquitectos argentinos más destacados del siglo XX, Clorindo Testa.
Se ubica a unos metros de la Av. Santa Fé, en el patio trasero de la Biblioteca Ricardo Güiraldes, alguna vez residencia de la familia Helguera y diseñada por otro gran arquitecto, Estanislao Pirovano, con su contrastante estilo neogótico. El espacio ideal para un brunch o un té a media tarde, minimalismo, mezcla de sabores, aire en medio de la ciudad y colores que van del celeste al anaranjado que impactan a la vista.
Hay café de especialidad de Puerto Blest y una selección de tés incluye tres tés de origen único: té negro de Misiones, té verde y té azul, ambos provenientes de China. También tienen matcha traído de Japón como alternativa. En el mostrador, un repertorio de delicias como las pepas en versión XL con mermelada de frambuesa, las medialunas, chipá. Hay cookies veganas, y opciones para el almuerzo como wrap de pollo, Croque Madame, ensalada Thai.
Talcahuano 1261, Recoleta
En IG: @clorindo.ba
Santa Roseta
En Belgrano, un café que funciona en una construcción edilicia de los años 40 con una arquitectura moderna al estilo Le Corbusier. Claro, Los Eucaliptus (como s elo conoce al edificio) fue diseñado por dos discípulos del arquitecto suizo: Juan Kurchan y Jorge Ferrari Hardoy, ambos argentinos. Envuelto en su gran jardín se encuentra Santa Roseta, un café al que sus clientes llegan atraídos por la hermosa vista al jardín y la tranquilidad del lugar. La barra es la favorita para quienes hacen coffee office.
Y la historia de este lugar es muy particular. Santa roseta era el restaurante exclusivo para los propietarios del edificio; cuando los mismos no querían bajar a almorzar o cenar se les subía el plato seleccionado por un montacargas.
Hoy es un pequeño bar con grandes ventanales los cuales integra el verde natural. Hay clásicos como café con leche, cortado o lágrima. El avocado toast es la especialidad de la casa. También hay cookies y tortas; además de opciones vegan y sin TACC.
Virrey del Pino 2448, Belgrano.
En IG: @santarosetacafeok
Los Jardines de Las Barquin
En Retiro, un restaurante escondido rodeado de un entorno botánico único y una arquitectura única. Germán Sitz y Pedro Peña (dueños de Niño Gordo) se unieron a Alejandro Feraud de Alo’s para llevar alta cocina a los jardines del Museo de Arte Hispanoamericano Fernández Blanco. Así nació Los Jardines de Las Barquin, en honor a la dueña del museo (Condesa María Ignacia de Velasco Tagle Bracho) cuyas sobrinas eran Las Barquin.
Su jardín andaluz tiene palmeras, olivos, cítricos, romeros, ombúes, malvones y rosales. Se destaca el edificio de arquitectura neocolonial con imponente es balcones y vistosas mayólicas.
Su carta está basada en cereales argentinos. Ofrecen desayunos, almuerzos y meriendas. Hay café de especialidad, con opciones bakery para acompañar. Los mediodías, una carta simple con deliciosos platitos, entre los que se destacan el risotto verde de cebada; los tomates reliquia (en verano) y la Faina. Un oasis verde en el medio de la ciudad, un lugar tranquilo para desconectar, comer algo y recorrer los alrededores.
Suipacha 1422, Retiro
En IG: @xlosjardinesdelasbarquinx
Por Silvina Baldino
