En el corazón de la Patagonia Azul, con paisajes únicos y deslumbrantes, es posible vivir una experiencia distinta para estar en pleno contacto con la naturaleza.
Ubicado a unos 80 kilómetros de Camarones, dirección al sur, se esconde un lugar mágico en donde la naturaleza y el encanto patagónico confluyen de una manera armónica. Se trata de Bahía Bustamante, que además ofrece la posibilidad a sus visitantes de vivir una experiencia única.
Es que el encanto del suelo patagónico es innegable, pero las maneras de descubrirlo son muchas. De hecho, en Bahía Bustamante es posible realizar una cabalgata, que más que una travesía a caballo es la invitación a estar inmersos en un ecosistema que se transforma progresivamente ante los ojos de los visitantes. ¿Las opciones? Son varias, con diferente duración y dificultad.

Opción 1 – Un paisaje cambiante
La primera travesía comienza desde la Casa de Piedra, un antiguo casco de estancia que se ha convertido en centro de interpretación.
Lo cierto es que durante el viaje, y en un marco natural impresionante, el paisaje va cambiando, pasando de la estepa hasta llegar a las playas patagónicas. En concreto, la duración de esta cabalgata es de 2 horas aproximadamente, recorriéndose cerca de 9 kilómetros.
Opción 2 – Paseo por el caribe patagónico
En la segunda opción, la travesía es un poco más extensa, ya que tiene una duración de 3 horas aproximadamente, y se recorren alrededor de 15 kilómetros.
En concreto, este paseo que transcurre en la playa es muy especial, ya que se puede disfrutar de la faceta más caribeña de la Patagonia: la arena fina y blanca se fusiona con el agua que baña las costas con su color más turquesa. La postal que regala este paisaje es inolvidable.
Por si eso no bastase, durante el recorrido se visita un humedal en donde conviven diversas especies de aves, las cuales habitualmente son muy difíciles de ver en otros puntos del país.
Opción 3 – Un plan ideal para los más aventureros
En esta travesía se recorren más de 20 kilómetros, con el objetivo de llegar a Punta Esquerra. En total, son seis horas de cabalgata con la estepa y el mar como principales confidentes.
Uno de los paisajes más deslumbrantes es el conformado por las formaciones rocosas que se erigen sobre la costa, en cuyos piletones se esconde buena parte de la vida marina (es posible ver desde cangrejos hasta pequeños moluscos).
Para que la experiencia sea completa, en esas latitudes también es posible ver ballenas, orcas cazando tiburones, lobos marinos descansando sobre la costa y hasta curiosos delfines que se asoman entre las olas.
