CON 102 AÑOS DE VIDA, EL ANTIGUO EDIFICIO FLORENTINO QUE PROVEÍA ELECTRICIDAD AL SUR DE LA CIUDAD SE HA CONVERTIDO EN UN CONCURRIDO POLO CULTURAL. LAS RAZONES: FABULOSAS SALAS DE CONCIERTOS, UNA VARIADA PROGRAMACIÓN MUSICAL Y, POR SUPUESTO, SU IMPONENTE ARQUITECTURA.
USINA DEL ARTE
Ubicada en el pintoresco barrio de La Boca, la Usina del Arte se destaca con su bello edificio construido en los albores del siglo XX, cuando su entorno eran el río y un puñado de fábricas. Pero en el sitio que hoy reúne actividades musicales, teatro, danza y seminarios, antes funcionaba la sede principal de la compañía Ítalo-Argentina de Electricidad, uno de los proveedores principales de los barrios del sur porteño. Entonces la construcción era conocida como “el Palacio de la Luz”.
El Palacio fue diseñado por el arquitecto Giovanni Chiogna, oriundo de Trento, a quien la compañía le encargó construir otras seis subusinas (una de ellas se transformó en el Museo del Holocausto, en el barrio de Recoleta) y 130 pequeñas estaciones encargadas de la distribución final de electricidad. De todas ellas, unas 60 sobreviven dispersas por toda la ciudad.
Muchas de las obras de Chiogna integran el Patrimonio Histórico de la capital argentina. Sus diseños siguen los lineamientos de la arquitectura románica lombarda florentina: se parecen más a castillos que a galpones, ya que fueron construidos con basamentos de piedra y ladrillos a la vista. Pero la Usina fue, sin duda, la gran obra de Chiogna y marca un hito en el paisaje de La Boca: en el pasado, por su escala y monumentalidad (al inaugurarse en 1916 tenía una superficie de 7.500 metros cuadrados) y en el presente, por su singularidad arquitectónica e influencia cultural.
Sin embargo, antes de convertirse en lo que es hoy, el edificio padeció una década de abandono hasta que en el año 2000 el Estado Nacional y el Gobierno de la Ciudad decidieron recuperarlo.
En 2007 comenzaron los trabajos de recuperación patrimonial. La obra fue concluida por etapas y, al mismo tiempo, el proyecto fue cambiando. De Auditorio pasó a Usina de las Ideas y, finalmente, a Usina de las Artes.
En mayo de 2012, el viejo “Palacio de la Luz” volvió a abrir sus puertas a la comunidad con un homenaje al gran compositor y bandoneonista Ástor Piazzolla, que tuvo como protagonista al pianista Horacio Lavandera.
Desde entonces, su grilla de programación se completa con lo más variado de la oferta cultural porteña: música popular y de cámara, sede del Festival de Jazz y del de Tango, espectáculos de danza, exhibiciones de artes plásticas, exposiciones y obras de teatro. Son 15 mil metros cuadrados con una sala sinfónica con capacidad para 1.198 personas, una sala de cámara con 280 butacas y el Salón Mayor. El ingeniero Gustavo Basso, del Estudio Quintana, responsable de la acústica del Teatro Colón, también fue el encargado de la sala sinfónica de la Usina, que tomó como modelo al centro cultural Berlage, de Amsterdam. Basso aprovechó al máximo la estructura del edificio industrial y el espesor de sus paredes. El resultado fue un óptimo nivel acústico.
La Usina ya no provee energía eléctrica, pero sigue irradiando luz con su propuesta cultural que la convierte en un lugar de referencia para vecinos y turistas.
“EL EDIFICIO DE LA COMPAÑÍA ÍTALO-ARGENTINA DE ELECTRICIDAD ERA CONOCIDO COMO “EL PALACIO DE LA LUZ”
DATOS ÚTILES
La Usina del Arte está ubicada en Caffarena 1, esquina Pedro de Mendoza, La Boca.
www.facebook.com/usinadelarte.bsas