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Cinema Club Company, una propuesta diferente para los amantes del cine

Este proyecto que nació para amigos y conocidos, hoy ya trasciende fronteras. ¿Su invitación? Revivir grandes clásicos mientras se disfruta de algo rico y buenos tragos.

Buenos Aires lo tiene todo. O casi… Porque algo le faltaba, allá por el verano de 2016. Así, Cinema Club Company llegó como una propuesta disruptiva y distinta, combinando los grandes clasicazos del cine con gastronomía y buenos tragos para ofrecer un plan realmente distinto en la city porteña. Luz, cámara… y acción.

No fue solo un amor de verano 

Manuel Soneira, es uruguayo, publicista y cuenta con experiencia previa en producción de cine y de eventos. Y es la persona detrás de The Cinema Club Company, proyecto que se comenzó a cranear en diciembre de 2016 como respuesta a la falta de actividades de verano que había en Buenos Aires para la gente que se quedaba en la ciudad. 

“Tuvo un inicio casi lúdico, ya que fue inicialmente un proyecto hecho para amigos y conocidos, pero que terminó creciendo a pasos agigantados en su primer año de vida. La idea se gestó basada en proyectos similares que había visto en Los Angeles y Madrid, y de los cuales notaba gran falta en una ciudad tan viva y llena de cultura como Buenos Aires”, reconoce Manuel.

Primera función

La primera proyección se dio el 8 de enero de 2017. Así lo recuerda Manuel: “Hablé con una conocida, propietaria de un local gastronómico en pleno Palermo Soho y le dije si no quería prestarme la terraza para hacer una función de cine al aire libre, que ellos podían vender comida y bebidas. Le encantó la idea y accedió sin dudarlo”.

Para arrancar, tras la votación entre los amigos de siempre, se decidió que la película elegida sea Back to the Future (1985, Robert Zemeckis): “Fue realmente hecha a pulmón y con lo que había. No teníamos comunicación de ningún tipo más que amigos y conocidos. La entrada era a colaboración, nuestra pantalla era una sábana estirada y nos habían prestado un proyector que se usaba para presentaciones en una clínica médica y se caía a pedazos. El sonido salía de un parlante Sony que tenía en casa. Y fue un éxito hermoso. Pochoclo, cervezas, picoteos, y gente encantada con la mística de la experiencia, por más rústica que haya sido”. 

Una idea que no para de crecer

Con el éxito rotundo del debut, la propietaria del lugar enseguida quiso que se armara otra fecha, esta vez con la proyección de “Pulp Fiction”. Para eso, Manu alquiló un mejor proyector, y mientras estiraba la sábana de pantalla para colocarla, se dio cuenta de lo que estaba pasando: había una cuadra de cola para entrar. 

“Se había corrido la bola de un cine al aire libre en Palermo, y así nació oficialmente el Cinema Club Company, que por aquel entonces se llamaba Crepas Cinema Club, dado que esa fue nuestra primera locación. Automáticamente se sistematizó, se armó una estructura real de negocio, se hizo una gran inversión en equipos de pantalla, proyección y sonido, mobiliario, etc. Y de ahí nunca paramos. En los primeros dos años abrimos dos salas en Palermo, una en San Isidro, una en Lanús y otra en Olivos”, cuenta Manu.

“Hoy en día tuvimos la suerte de crecer muchísimo a nivel regional. Lo que empezó como un proyecto casi en juego terminó transformándose en una empresa funcional que da trabajo a varias personas y proveedores, que fue primera en su rubro cuando el rubro ni existía a nivel local, y que se ha aceptado para aggiornarse pero manteniendo siempre su esencia intacta”, explica. 

Y agrega: “La experiencia se extendió a varias salas en Capital Federal. Durante la temporada de invierno solo mantenemos abiertas tres de ellas. Dos en Palermo y una en San Isidro, y luego el resto que abren durante el mes de Septiembre con el regreso de los climas cálidos. En Octubre/Noviembre vamos a abrir en La Plata, Córdoba, Rosario y Mendoza. El año pasado ya abrimos en Uruguay, a donde volveremos en Octubre con 3 salas en Montevideo y 2 en Punta del Este, y también con salas en el Interior del país. Y estamos en pleno proyecto de apertura en Santiago de Chile, Madrid y Barcelona”.

¿De qué va Cinema Club Company?

“La pregunta que siempre nos hacen es ´pero no entiendo, ¿vas con el auto? ¿cómo es?´ y se desconciertan cuando la respuesta es ´no, es una sala de cine, con sillones, sillas, butacas pero al aire libre´. El tema es que no se trata simplemente de ver una película como uno puede verla en su casa o en un cine convencional. Hay una cuestión sensorial y comunitaria muy especial en el producto, hasta un poco mística. Hay una libertad distinta en comparación a lo convencional. Y cada función tiene su encanto propio”, profundiza Manu. 

El menú, de por sí es muy variado, ya que se puede revivir una película del 88 que uno vio 5 mil veces de chico, o bien esa película de hace 15 años que nunca llegaste a verla al cine y no le diste Play en tu casa. O por qué no, esa que ya viste mil veces y te la sabes de memoria, pero que nunca la viste en un contexto así. “La experiencia impacta distinto porque estás en comunidad, rodeado de gente que está ahí por la misma razón y motivación, no solo el ir al cine”, asegura Manu. 

“A nivel contenido y programación, es un proceso bastante minucioso, donde se estudia bastante la conducta de consumo de cada locación. Es increíble ver como una sala de Palermo tiene una conducta completamente distinta a otra sala que esté a solo 150 metros de distancia. Hay mucha comunicación con el público, hay contacto directo en redes constantemente y escuchamos lo que nos van pidiendo”, revela el creador de un plan, literalmente, de película.

Por Christian Ali Bravo

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