En la provincia de Santa Cruz se encuentra este parque destinado a restaurar ecosistemas degradados mediante la recuperación de especies nativas. Así, se convirtió en el destino ideal para ver a uno de los felinos más grandes de América Latina en su hábitat natural.
Cada 30 de agosto, se celebra el Día Internacional del Puma, uno de los felinos más grandes de la región latinoamericana, pero eso no significa que sea fácil de ver. De hecho, sucede todo lo contrario. Con hábitos preferentemente nocturnos, la mayoría del día se encuentra reposando en lo alto de los árboles o escabullido entre pastos bien altos, y suele pasar desapercibido gracias a sus movimientos ágiles y silenciosos.
Con un instinto altamente territorial, los machos pueden acaparar territorios que se extienden desde los 50 a los 500 kilómetros cuadrados, dependiendo los recursos y presas disponibles en la zona. Entre sus habilidades se destacan la velocidad, el salto, la capacidad de nadar, y que es sumamente adaptable a cualquier tipo de hábitat.
Esto último se refleja concretamente en Argentina, donde es posible encontrarlo en diferentes ecosistemas: ya sea la estepa de la Patagonia, las selvas del Noroeste o los bosques subandinos, por citar algunos ejemplos. De hecho, a mediados del 2021 tuvo lugar una situación que llamó poderosamente la atención: un puma descansando sobre un iceberg en el Parque Nacional Los Glaciares, en Santa Cruz. Esto último no es casualidad, ya que justamente en esa provincia se encuentra el mejor lugar para avistar pumas en el territorio nacional.
Mucho más que pumas
Con más de 50.000 hectáreas, el Parque Patagonia se extiende a lo largo del noroeste de la provincia de Santa Cruz, siendo lindero de la localidad de Perito Moreno. Creado en 2014 con el gran objetivo de restaurar ecosistemas degradados mediante la recuperación de especies nativas, se transformó en un lugar privilegiado para el avistaje de pumas, cuya población está en pleno proceso de recuperación.
De hecho, gracias a este proyecto se han podido equipar con collares satelitales a más de 35 pumas. Esto es muy importante para toda la región patagónica, dado que el rol del puma es trascendental para el desarrollo y balance del ecosistema, como para la subsistencia de otras especies endémicas.
El marco natural impresiona, entre el cañadón del Río Pinturas, el sendero Koi y la meseta Sumich. Así, el Parque invita a sorprender a los visitantes con todo el esplendor de la vida silvestre, mientras se disfruta del trekking y la fotografía, y se obtiene el tan ansiado avistaje de los pumas (y por qué no también de guanacos, águilas mora y cóndores).
Tres días, una experiencia para toda la vida
El avistaje de pumas se ha convertido en una experiencia de ecoturismo cada vez más popular en Santa Cruz y apunta a seguir creciendo. En este contexto, El Choique Guía organiza salidas exclusivas de rastreo de esta especie, pero también de otros ejemplare de fauna silvestre.
La actividad en sí tiene una extensión de tres días, con una salida nocturna, siempre respetando a la naturaleza y asegurando la seguridad de los visitantes. Si bien el avistaje no está 100% garantizado, las salidas se componen de varias horas de caminata y expedición para que cada persona pueda llevarse recuerdos imborrables de un lugar único en nuestro país y la postal de un felino tan icónico como imponente.
Por Christian Ali Bravo
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