Termas relajantes, una ciudad inundada que mutó en un paisaje icónico, arroyos escondidos, caminatas interminables, y hasta una ruta de vino que invita a redescubrir una provincia entera. Las opciones para el fin de semana del 13 al 16 de octubre en Buenos Aires y sus alrededores son tan sorprendentes como variadas.
Ante la inminente llegada del fin de año y ya con el cansancio a cuestas, cualquier bocanada de aire fresco en forma de fin de semana largo siempre es bienvenida. Y más cuando se trata de su versión XL, con cuatro días que se transforman en la excusa ideal para armar una escapada.
Por eso, en vistas del fin de semana que se extenderá del 13 al 16 de octubre, presentamos 4 destinos dentro de Buenos Aires y en sus alrededores, para disfrutar, descansar, recorrer, subir la adrenalina, sorprender al paladar… según los gustos de cada persona.
General Belgrano, un destino antiestrés
A poco menos de 2 horas de la a veces ruidosa y caótica Ciudad Autónoma de Buenos Aires, espera General Belgrano, con más de 130 años de historia y una propuesta concreta: bajar las revoluciones en un marco natural que inspira y transmite tranquilidad.
El río Salado, que ostenta el galardón de ser el más extenso de la Provincia de Buenos Aires, es el popular punto de encuentro para disfrutar en sus orillas de un merecido descanso, o bien de actividades recreativas como caminatas, bicicleteadas, travesías náuticas y cabalgatas.
A 10 kilómetros de la ciudad, el Bosque encantado representa una verdadera maravilla natural: en esta reserva conviven más de 80 especies vegetales y 30 de aves. Es ideal para perderse en sus senderos y pasar un inolvidable día de picnic.
Imposible eludir otro de sus grandes atractivos: las termas del Salado, que cuentan con tres piletas de aguas de alta mineralización. Con su variedad de temperaturas y propiedades, es el plan ideal para dejar el estrés atrás. Además se puede realizar aquagym y sesiones de masajes.
Y quienes deseen conocer más en profundidad los orígenes y patrimonio de General Belgrano, podrán hacerlo a través de los museos, edificios históricos, centros culturales, plazas y monumentos, que atesoran pedazos de historia de la ciudad.
Carhué, para explorar los sentidos
Ubicada cerca del extremo suroeste de la Provincia de Buenos Aires, a poco más de 500 kilómetros de CABA, Carhué es el destino ideal para explorar a través de los sentidos. Paisajes únicos, olores inconfundibles, sabores caseros, y experiencias diferenciales esperan en esta ciudad de no más de 10.000 habitantes, calles bien anchas y cielos despejados de edificios.
El lago Epecuén, con aguas 10 veces más saladas que el propio mar, es la gran estrella distintiva de estas tierras. Flotar en ese colchón de agua es una actividad tan obligatoria como relajante, excusa para reencontrarse con uno mismo, y de paso, disfrutar de la segunda colonia más grande de flamencos de toda América.
Catalogado como el Mar Muerto argentino gracias a sus características, el lago ofrece a quienes se sumerjan en sus aguas propiedades vinculadas al relax, la belleza y el bienestar corporal en general. Tanto el agua y el fango se utilizan en tratamientos de spa, fangoterapia y en la producción de artículos de cosmética natural termal.
Gracias a las piscinas del Parque Termal y Lúdico Mar de Epecuén, las propiedades termales de sus 23 minerales se pueden disfrutar todo el año, otorgando merecidamente a Carhué el galardón de Capital Provincial del Turismo Termal.
La visita no estaría completa si no se recorren las ruinas de la Villa Epecuén. En 1985, una inundación dejó su huella imborrable, convirtiéndola en un escenario fotogénico al extremo, el cual también ha sido sede de diversas producciones artísticas nacionales e internacionales.
Entre Ríos, el maridaje perfecto
Viñas de Río es la nueva propuesta de enoturismo con la que la provincia espera sorprender a sus visitantes. Con nueve experiencias bien definidas a lo largo de todo su territorio, el programa incluye la degustación de sus diferentes varietales, platos y comidas autóctonas y el recorrido por los viñedos, para conocer lo auténtico de la identidad entrerriana.
La Eno-peña costera, ubicada en la región del centro-norte, se caracteriza por su peña tradicional y el infaltable folklore. La microrregión de Paraná, por su parte, invita a degustar sus varietales en un paisaje único y platos con la innegable esencia guaraní. Gracias a la variedad en su ambiente, el Suroeste se caracteriza por sus ejemplares de Tannat y Marselan.
La microrregión de Tierra de Palmares fue clave en el renacer vitivinícola en Entre Ríos y espera con degustaciones y recorridas por las plantaciones de vid. Los Caminos del Palacio, a su vez, sumergen al visitante en la historia del General Justo José de Urquiza para conocer los orígenes de la actividad en la región. Mientras que los Pueblos del Sur combinan sus varietales con platos elaborados con pescados de río y un placentero día de playa.
En el corredor de Gualeguay, por un lado, se puede disfrutar de toda la exuberancia de la naturaleza entre montes, ríos, arroyos y lomadas, por supuesto con una copa en mano. Mientras que el entorno pueblerino y tranquilo de Villaguay es ideal para el descanso, la reflexión y el encuentro con uno mismo mientras se saborean los vinos locales.
Y en la Costa del Uruguay se puede vivenciar en primera persona el origen y el proceso de la vid, hasta que llega a la mesa, para después acompañarlo con platos bien típicos de la región. Sin dudas, un itinerario completo e interesante para descubrir una nueva faceta de Entre Ríos.
Cortaderas, especial por naturaleza
Fundada allá por octubre de 1833, esta localidad de la provincia de San Luis ofrece dos versiones de por qué fue elegido su nombre. La primera indica que es en honor a la flor homónima, preponderante en la zona. La segunda afirma que en realidad se debe al perfil recortado que ofrecen sus sierras. Donde no hay lugar a la duda es que Cortaderas es un destino ideal para estar en pleno contacto con la naturaleza.
El arroyo Benítez, sobre la ruta provincial 1, es fruto de la conjunción de los arroyos Picaflor, El Bosque y Quebrada de las Vacas, y representa una opción ideal para pasar un día en familia gracias al fácil acceso, sus playas y el agua templada de su cauce.
Otro arroyo imperdible es el Cortaderas, que nace en las Sierras de los Comechingones, en la Quebrada de Villa Elena y ofrece balnearios naturales, saltos y hasta cascadas. ¿Un bonus track? Las Cuevas de los Comechingones, donde se encontraron cuchillos tallados en hueso y vasijas, dando a suponer que se trató de un asentamiento de los propios comechingones.
El salto Grande, con sus imponentes 50 metros de altura, y la cascada natural Esmeralda, de 7 metros de altura pero con 4 de profundidad, también complementan el extenso menú de propuestas de esta región puntana.
La última parada obligada es el espejo de agua circundado por un impresionante entorno natural más conocido como dique Piscu Yaco. Con más de 100 metros de playa, una completa área de servicios y puestos comerciales, además permite la práctica de diversos deportes náuticos que no involucren motor.
¿Ya decidiste a dónde vas a escaparte este finde?
Por Christian Ali Bravo
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