Al norte de Fiambalá se expande uno de los paisajes más increíbles y únicos del país. Gracias a este impresionante desierto es posible realizar sandboard, paseos en cuatriciclos y hasta inolvidables safaris fotográficos.
En la provincia de Catamarca, al norte de la localidad de Fiambalá se erige uno de los paisajes más sorprendentes de la República Argentina. Literalmente, visitar las dunas de Tatón, Saujil y Medanitos representa una experiencia similar a la que se ofrece, por ejemplo, en el desierto de Sahara. ¿Comenzamos esta aventura?

Un paisaje de otro planeta
En medio de un paisaje con diversas tonalidades de verdes y montañas que custodian el valle, se abre un oasis que nada tiene que envidiarle al desierto de Sahara.
La aventura comienza a unos 10 kilómetros del pueblo de Saujil, donde espera la «duna mágica de Saujil”. Esta se eleva alrededor de 90 metros, y presenta una pendiente de 45 grados. Sí, un lugar ideal para practicar sandboard.
Por su parte, las dunas de Medanitos son un poco más complejas y empinadas que las de Saujil, lo que podría ser más aún más desafiante y complejo para la práctica de sandboard.
A unos 30 kilómetros se encuentra otro de los puntos obligados: las dunas de Tatón, que además posee la duna más alta del mundo, con 2.845 metros sobre el nivel del mar.

¿Cuándo ir y qué hacer?
Estas dunas pueden visitarse todo el año, y según recomiendan los especialistas, el mejor momento del día para disfrutarlas es por la mañana).
Sí es importante tener en cuenta dos tips: que la temporada más calurosa se da entre los meses de diciembre y marzo; y que siempre es ideal consultar el estado del camino hacia Medanitos, debido a que en las épocas de lluvias, puede volverse difícil de transitar.
Respecto de las actividades que se pueden disfrutar en este contexto de ensueño, se destacan la posibilidad de practicar sandboard, disfrutar de un impresionante safari fotográfico y, para los más aventureros, emprender expediciones en cuatriciclos o camionetas 4×4.
¿Bonus track? Claro, porque a menos de 20 kilómetros de Fiambalá espera un hermoso complejo termal que cuenta con piletones de agua que oscilan entre los 28° C y 51° C.

Por Christian Ali Bravo.