Escaparse de la ciudad y gozar de las tradiciones y la historia de nuestra Argentina. Sobre la ruta 2 (km 113 mano a CABA) un paraje rural del partido de Chascomús donde hasta hace poco era protagonista la laguna, una pulpería convertida en restaurante de campo invita a vivir una experiencia gastro diferente a sólo una hora de CABA.
Pulpería Adela (@pulperiaadelachascomus) es todo un emblema en este paraje. La construcción data del 1870 pero ha sido reciclada, conservando detalles de época. Una hermosa esquina pintada de color rosa con sus clásicas puertas y ventanales de madera a dos aguas de color verde. Cuentan los vecinos del lugar que en la década del ’20 Carlos Gardel frecuentaba la pulpería. El cantautor se bajaba de la estación Adela (a sólo 100 metros) y visitaba a un amigo que vivía en la zona.
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Tanto su fachada como sus paredes interiores de encuentran intactas, sólo se realizaron modificaciones estructurales necesarias para poner en marcha el negocio. La pulpería estuvo cerrada durante muchísimo tiempo, aunque la parrilla lateral seguía funcionando con su quincho conectado a un parque con una arboleda importante. Desde diciembre de 2022 está a cargo Natalia Giallonardo, quien le ha devuelto vida a este rincón con historia.
En la pulpería aún conserva las tablas de pino tea en el techo y el piso de ladrillos, los barrotes en las ventanas. Un living en la recepción da señales que entraste una pulpería es un 100% ‘gardeliana’. En cada uno de los ambientes se pueden observar documentos, fotografías, retratos, discos y placas de Carlos Gardel, exhibidos como un eventual museo.
Espíritu de pulpería
Un restaurante de campo con una propuesta de comida casera para conservar el espíritu de la pulpería. El asador dispuesto en la vereda habla de lo importante que son las carnes en la carta. Asado, vacío, pechito de cerdo, matambrito y achuras, entre las opciones de parrilla. Las empanadas de osobuco son una de las especialidades del lugar, así como la Milanesa de entraña. También las pastas, elaboradas en el lugar. Fideos, sorrentinos, canelones y Lasagna Adela, que se sirve en cazuela de barro. En la carta de postres, los clásciso: flan casero, budín de pan, postre vigilante, panqueque con dulce de leche.
Pulpería Adela se nutre de los vecinos de Chascomús y Lezama que deciden transitar 10 minutos de ruta para reencontrarse con la nostalgia. También de aquellos que vuelven de la Costa y quieren un plato de comida casera antes de llegar a casa. Y los fines de semana, quienes escapan de la urbe para vivir una experiencia gastro.
Por Silvina Baldino
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