Por Gimena Bugallo y Carolina Barbosa
Desde que el hombre es hombre, tuvo curiosidad por los misterios del Universo. Las antiguas civilizaciones que forman parte de nuestra historia tomaban el cielo como guía de cada uno de sus pueblos. Mayas, egipcios o griegos, todos ponían su atención en el firmamento haciendo una lectura detallada de cada acción que acontecía con los astros cósmicos comprendiendo que, tal como explica uno de los siete principios del Kybalión, como es arriba es abajo y, todo aquello que ocurría en el cielo, tenía repercusiones en la Tierra y en cada uno de nosotros. De esta manera y en una profunda comunión con la naturaleza, conocían los ciclos de vida, muerte y renacimiento que implementaban para sus viajes, cosechas y su fluir en el paso por este mundo.
No en vano, hasta el día de hoy, alzamos la cabeza en busca de respuestas que nos conecten con los enigmas que traen las estrellas y los secretos escondidos en la luna. Y si bien todos estos conceptos datan de milenios, muchos los están redescubriendo ahora con el astroturismo, una práctica que, poco a poco, va teniendo mayor visibilidad en nuestro país.
Estrellas fugaces, lluvia de meteoritos, planetas y eclipses, son algunas de las maravillas que se pueden apreciar en estos avistajes, con los ojos en el cielo y los pies en el suelo.
Parque Nacional el Leoncito, San Juan: Esta provincia cuenta con más de 300 días al año con un espacio limpio y despejado, por eso es un sitio privilegiado para la observación de la Vía Láctea y los cuerpos celestes. Tanto el observatorio Félix Aguilar, como el Complejo astronómico el Leoncito, están ubicados en el interior de este parque nacional de nombre homónimo. Acá se pueden solicitar visitas guiadas con astrónomos para adentrarse más en el tema, si así se lo desea. Cuenta con varios miradores naturales con vistas sublimes. La magnificencia del paisaje cordillerano y la oscuridad penetrante de sus horizontes, hacen que este sea uno de los destinos predilectos por los turistas aficionados a este rubro y los que recién se están iniciando.
Pampa amarilla, Mendoza: Esta provincia, al tener lluvias escasas durante todo el año, hace que sea otro de los principales puntos favorables para la contemplación de los cielos. A pocos kilómetros de la capital internacional del vino, se encuentran el Planetario Malargüe y el observatorio Pierre Auger, que son símbolos icónicos del astroturismo y del estudio del origen de los rayos cósmicos de mayor energía. Acá se ofrecen visitas guiadas, observaciones con telescopio y explicaciones sobre el sistema solar, los agujeros negros y demás misterios de la galaxia. La sumatoria del paisaje cuyano, con la cordillera de los Andes como testigo, transforma esta experiencia en una visita casi obligada para quienes quieran incursionar en el diálogo con las estrellas.
Cerro Champaquí, Córdoba: El astroturismo en las sierras, es una delicia de la que nadie debería privarse. Para los que gustan de convivir con la naturaleza y están dispuestos a hacer expediciones y caminatas, este emblemático lugar es una de las opciones más recomendadas. El cerro es el pico más alto de la provincia y desde su cima, además de observarse los valles, los lagos y las sierras, se puede alzar la cabeza y disponer de una imponente bóveda de estrellas. El período ideal para llevar a cabo esta travesía, es entre los meses de octubre y abril.
Ampimpa, Tucumán: Esta localidad, que pertenece al Circuito Turístico de los Valles Calchaquíes y funciona como portal de ingreso al norte argentino, ofrece una propuesta única de safaris astronómicos. Entre ruinas indígenas y yacimientos arqueológicos, el paisaje que aflora allí es acompañado por El Observatorio Ampimpa, también declarado de Interés Educativo por el Ministerio de Educación y funciona como ventana del universo. Lo interesante de este lugar es que ofrece al turista la posibilidad de conocer el espacio nocturno hospedándose en el mismo establecimiento dado que la infraestructura del edificio cuenta con habitaciones con patios y terrazas.
Lobos, Buenos Aires: A muy pocos kilómetros de Capital, encontramos un lugar que nos invita a conocer el firmamento en compañía de la laguna. Este paseo costero es uno de los principales atractivos de la zona junto con uno de los cielos más imponentes de la provincia de Buenos Aires. Aquí existe la posibilidad de ver el cúmulo de astros sin la necesidad de utilizar telescopios o largavistas. Recientemente se empezaron a desarrollar actividades vinculadas a la conjunción del astroturismo y naturaleza donde se realizan charlas puntuales en campamentos, glampings o chacras que se alquilan por día o durante el fin de semana.
