Disfrutar de la sensación de flotar y observar desde adentro las caprichosas formas que toman los paisajes a lo largo del tiempo, es algo que sólo se puede realizar navegando por diferentes lagos y ríos de Neuquén.
La hidrografía de la provincia hace posible que se realicen paseos en embarcaciones para conocer distintos sitios de majestuosa belleza, a los cuales sólo se puede acceder navegando embalses artificiales, lagos y ríos cordilleranos.
Los paseos lacustres son frecuentes en varias localidades del Corredor de los Lagos y de la Ruta del Pehuén. El destino es conocido por la gran belleza que conjugan paisajes netamente cordilleranos, donde inmensos lagos bordean las siluetas de montañas y cerros, permitiendo vivenciar la experiencia de navegar sobre cursos de agua de origen glaciar, donde el guía de la embarcación irá comentando las características propias del entorno que se observa, cómo así también datos que hagan más interesante el paseo.
La excursión que parte desde Junín de los Andes comienza en el catamarán desde Puerto Canoa y se dirige al Lago Huechulafquen, desde donde se aprecia la majestuosa Cordillera de los Andes y la cara sur del volcán Lanín. Luego el rumbo cambia hacia el oeste, con destino al Lago Epulafquen, donde los paisajes andinos sumado a las características propias de la fauna del entorno, hacen el deleite de todos los pasajeros. El recorrido continua hacia el “Escorial” -río de lava solidificada-, pasando por el bosque de los enanos, fenómeno por el cual la vegetación crece sobre el escorial de lava un 10% aproximadamente de su tamaño habitual. El paseo finaliza en la punta del escorial, lugar desde donde se regresa hacia Puerto Canoa.
Otro de los trayectos lacustres típicos es el que une la bahía Mansa en Villa La Angostura con el Parque Nacional Los Arrayanes. En este caso se navega el lago Nahuel Huapi bordeando el istmo de Quetrihue, de un puerto a otro, aproximadamente unos 45 a 50 minutos hacia el sudoeste de la península.
Desde la otra bahía, conocida como “la Brava”, se puede ir hacia el Bosque de Arrayanes o hacia el Norte del lago Nahuel Huapí, para conocer nuevas rutas hacia la cordillera, bahías, bocas, brazos y desembocaduras que proporcionan vistas espectaculares del inmenso entorno natural.
Por otro lado, partiendo en embarcación desde el muelle en San Martín de los Andes, se disfruta de una navegación mediante dos rutas clásicas sobre el Lago Lacar: una corta hacia Villa Quila Quina y la otra de día completo navegando el lago Lacar y el Nonthue.
En Villa Pehuenia los paisajes que pintan los alrededores de los tranquilos lagos Aluminé y Moquehue son propicios para la navegación con o sin motor. Dependerá de esto la distancia del recorrido, lo que permitirá descubrir islas, bahías y playas de arena blanca. También se pueden alquilar bicis de agua, canoas y/o kayaks para recorrer los diferentes sectores del lago de manera más divertida y contemplativa.
Villa Traful es una de esas aldeas de montaña que tienen ese toque mágico, como las vistas en altura, los bosques, las cascadas, los senderos y el increíble lago que año tras año es utilizado por las familias de pescadores. También hay opciones para quienes desean navegar y conocer la gruta de la Virgen, el bosque sumergido o cruzar el lago en dirección norte hasta playa Bahía Grande, y desde allí por un sendero de montaña llegar a las lagunas Las Mellizas.
