En Córdoba Capital, un imponente edificio de inspiración francesa es la sede del Museo Superior de Bellas Artes Evita. Pasen y vean.
Por: Natalia Laube.
Desde su inauguración en el año 2007, el Museo Superior de Bellas Artes Evita Palacio Ferreyra se convirtió en uno de los paseos obligados para los visitantes de Córdoba Capital. Hay motivos de sobra para que así sea: conjuga la historia y la belleza de un portentoso edificio francés, diseñado en la época del Centenario por los arquitectos franceses Ernest-Paul y Maurice Sanson, con un presente como espacio de exposiciones que invita a descubrir varias obras emblemáticas del arte argentino en general y el cordobés en particular. Y, como si fuera poco, está emplazado en el parque más lindo de la ciudad, proyectado a principios del siglo XX por el urbanista Carlos Thays.
Los ideólogos de tan bello edificio tenían prosapia: en su país natal habían realizado importantes obras para familias de alcurnia, además del célebre Palais Rose. Contratados por el médico cordobés Martín Ferreyra, cabeza de una de las familias más ricas y tradicionales de Córdoba, proyectaron este bello palacio cuya edificación llevó a cabo el reconocido ingeniero Carlos Agote.
Antes de continuar con su historia reciente, vale hacer una aclaración importante. Aunque su nombre suele prestarse a confusiones, el Museo no cuenta la historia de Eva Duarte de Perón ni la de los Ferreyra: es, lisa y llanamente, un museo de artes visuales que nació con el objetivo de exhibir con carácter permanente la colección artística de la provincia, que originalmente se alojaba en el Museo Caraffa pero que nunca había podido mostrarse de manera completa allí.
Después de la millonaria compra de la casona por parte del Estado cordobés y de una importante refacción para convertir sus habitaciones, hasta entonces de uso particular, en un espacio que cumpliera con las normativas de exhibición de artes visuales, la colección encontró finalmente un emplazamiento de lujo: esa casona de cuatro pisos y estilo clasicista francés.
Esta colección, iniciada en el año 1911 por el Museo Provincial de Bellas Artes, reúne las obras más destacadas de artistas cordobeses (entre ellos, Lino Enea Spilimbergo, Carlos Camilloni, Emilio Caraffa y Ernesto Farina) y las de otros grandes artistas argentinos como Eduardo Schiaffino, Enrique Policastro y Emilio Pettoruti. Casi una década después de su inauguración, esa propuesta inicial se actualizó bajo la dirección de Mariana del Val. Licenciada en pintura y especialista en Arte accesibilidad a la cultura”, declaró.
Durante 2016 se realizó una convocatoria abierta a propuestas curatoriales de instituciones públicas, equipos de investigación y profesionales del arte de Córdoba y del resto del país. Así, surgió la propuesta de los investigadores Guillermo Fantoni y Adriana Armando, quienes diseñaron el nuevo argumento museológico con la participación de los diferentes equipos del museo Evita – Palacio Ferreyra junto a las áreas de Colección, Conservación y Montaje del Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Caraffa. Se trata de un relato construido a partir de las diferentes colecciones de la provincia de Córdoba y que está cifrado en una muestra dividida en cinco partes: Existencias, Viajes, Escenarios I, Escenarios II y Confluencias.
Son 200 obras que van del siglo Contemporáneo, Del Val es clara en su premisa: “Pensamos el museo como un lugar de encuentro, reflexión y disfrute. Es de nuestro interés especial ofrecer nuestro patrimonio con un compromiso de trabajo sostenido para que todos los sectores de la población se sientan incluidos en un proceso desde el XIX hasta el presente e incluyen dibujos, objetos, fotografías y esculturas.
El Museo se puede visitar de martes a domingos de 10 a 19 hs. Entradas.
