El 30 de noviembre se celebra a una de las infusiones más consumidas por los argentinos.
El mate es una de las tradiciones más antiguas de Argentina, forma parte de nuestra cultura y nuestra historia. Compartir el mate es compartir una charla, un momento, una tarde con nuestros seres queridos. Cada vez son más los países que incorporan el consumo de esta infusión en su cotidianidad, generando uniones, anécdotas y buenos recuerdos.
Gracias a todo lo que representa, el Senado y Cámara de Diputados de la Nación, el 17 de diciembre de 2014 sancionó Ley 27.117,45, la cual establece que el 30 de noviembre se celebra en Argentina el Día Nacional del Mate. Fue publicado en el Boletín Oficial en febrero del 2015 con el objetivo de promover que en todos los eventos y actividades oficiales de carácter cultural, se haga difusión y promoción de su consumo.
La fecha fue elegida en conmemoración al nacimiento de Andresito Guazurarí, comandante y militar guaraní misionero (1778-1821). Fue uno de los primeros caudillos federales de las Provincias Unidas del Río de la Plata, además es reconocido por cumplir el rol de gobernador de la provincia de Misiones entre los años 1815 a 1819, por fomentar la producción y dar impulso a la comercialización de la yerba mate.
Los primeros en consumir yerba fueron los guaraníes. Utilizaban las hojas como bebida y moneda de cambio con otros pueblos prehispánicos como los incas, los charrúas y los araucanos. Consideraban al árbol de la yerba como un regalo de los dioses, lo veían como un objeto de culto y era una fuente de energía para sus caminatas por la selva. Siempre estuvo present
La infusión fue empleada originalmente en las provincias de Vera en Paraguay, Misiones en Argentina y Guairá en Brasil. Luego, los jesuitas incorporaron el cultivo en las reducciones distribuidas en la Argentina, Paraguay y Brasil. Recién en 1903, en una provincia de Misiones llamada Santa Ana, se realiza la primera plantación.
El mate es una bebida llena de beneficios para nuestra salud, contiene antioxidantes, los cuales mejoran las defensas naturales del organismo y lo protegen del daño celular. Además posee vitaminas del grupo B que son esenciales para las funciones corporales y ayudan a aprovechar la energía de los alimentos ingeridos. También dispone de fuentes de minerales como potasio y magnesio que son sustancias fundamentales para el correcto funcionamiento del corazón.
Otro de los aspectos positivos es que ayuda a reducir el colesterol malo y los triglicéridos, según los resultados de un estudio realizado por investigadores de la Universidad Juan Agustín Maza de Mendoza.
Por último, tiene efecto energizante gracias a las xantinas, compuestos bioactivos que estimulan el sistema nervioso central, promueven la actividad mental y aumentan los niveles de energía y concentración.
