Ubicado en Salta, el Parque Nacional El Rey recientemente acaba de celebrar su 76º aniversario y espera con un paisaje cargado de naturaleza e historia.
No por nada le dicen “La Linda”. Es que Salta enamora en cada paso, con cada paisaje. El Parque Nacional El Rey, que acaba de celebrar su 76° aniversario y se erige como el más longevo de la región noroeste, no hace más que confirmar esta afirmación.
Rico en flora y fauna
Con sus 45.000 hectáreas, uno de sus mayores encantos es que contiene muestras de las ecorregiones Yungas y Chaco Seco: el estrato más bajo corresponde al bosque chaqueño serrano, para luego dar paso a la selva de transición con tipas y pacaraes, seguida por la selva montana. Ya más arriba aparece la selva de mirtáceas; y sobre esta los bosques de pino del cerro.
Así como su vegetación, la fauna en el Parque Nacional El Rey también es variada. Allí se pueden encontrar aves como la chuña de patas rojas, la charata y la pava de monte común. Y entre los mamíferos se destacan las corzuelas pardas y rojas, pecaríes, lobitos de río, zorros, pumas y tapires, que son la especie emblema de la región y merecen un párrafo aparte.
El tapir es el mamífero silvestre más grande de la región. Con una trompa carnosa y flexible, este herbívoro es considerado un ingeniero ecosistémico, ya que por medio de su alimentación y comportamiento modela la estructura del paisaje.
Por si fuera poco, sus ríos y arroyos también están saludablemente poblados por peces nativos como dorados, bogas, bagres y sábalos.
¿Qué visitar en El Rey?
Entre los principales sitios que se pueden descubrir en el parque, se encuentran: Campo Santa Elena y Cascada Los Lobitos, Río Popayán, Pozo Verde, Chorro de los Loros y Laguna Los Patitos. Vale aclarar que el parque cuenta con un sector de acampe con asadores, sanitarios, agua, luz y energía eléctrica.
¿Cómo llegar? Desde las ciudades de Salta y San Miguel de Tucumán, por la Ruta Nacional 9 hasta Lumbreras, Ruta Provincial 5 hasta Paso de la Cruz, y Ruta Provincial 20 hasta la entrada del parque. Y la entrada es libre y gratuita.
Un poco de historia…
La región donde hoy se encuentra el parque guarda una larga historia de ocupación humana: de hecho fue en la era precolombina que la ocuparon comunidades agricultoras. Ya para el siglo XVIII se convirtió en fuerte de frontera para más tarde ser una estancia.
Vale aclarar que previo a su creación como Parque Nacional, era una finca ganadera, que criaba ganado vacuno y equino, y lo complementaba con prácticas de agricultura explotación forestal.
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