Desde hace más de 25 años, la Casa de Champa abre sus puertas para deleitar a sus visitantes con la mejor repostería alemana en pleno suelo jujeño. Pasa y tentate.
Hermosa por donde se la mire, Tilcara es un lugar que entra por los ojos: con paisajes únicos y toda la calidez de su gente, es una parada obligada para quien anda de viaje por el Norte. Con sus costumbres de antaño aún vigentes, retazos de historia en sus calles de tierra y una gastronomía que enaltece sus raíces, regala postales sensoriales por doquier.
Y allí, escondida en una de los tantos recovecos de la Quebrada de Humahuaca, desde hace 27 años espera La Casa de Champa, con la mejor repostería alemana y especialidades de té. “Mucha gente se sorprende de la propuesta. Pero es el fiel reflejo de nuestra familia: mi suegra es hija de alemanes, y nuestra carta refleja la fusión de culturas que somos”, cuenta Elo, quien junto a su cuñada Yamila se encuentran detrás de este proyecto con nombre propio.
Legado familiar
“La casa donde hoy funciona el negocio pertenece a la familia desde hace 40 años. Mis suegros vivían en San Salvador de Jujuy y la usaban para descansar los fines de semana. Después, por diversas circunstancias, se vieron en la necesidad de empezar a servir el té y acompañarlo con las cosas dulces que mi suegra había aprendido a hacer gracias a su madre, que tenía un lugar similar en Bariloche. De ella heredó todas las recetas que fueron pasando de generación en generación”, revela Elo.
Si bien arrancó como un proyecto informal, con el tiempo se fue transformando en la casa de té que es hoy, con Yamila y Elo al mando: la primera a cargo de la repostería (hizo la carrera correspondiente) y la segunda, de los temas más administrativos pero además, creadora de la marca de té Tulma: “Ya tiene diez años, y nació con la idea de acompañar todo lo dulce que se servía con algo mejor que los saquitos de té que uno puede comprar en el supermercado”. Hoy ya tiene diversas variedades, que combinan los sabores típicos del suelo jujeño, es decir, sus flores, sus frutas y sus hierbas.
Historia pura
Champa es el suegro de Elo. Y dicen que a la hora de poner el nombre al emprendimiento, no tuvieron que pensarlo mucho. “A mi suegro le encantaba recibir gente en su casa, y entonces sus amigos y vecinos siempre decían ´vamos a lo de Champa, nos juntamos en lo de Champa´. Así que terminó quedando”, afirma Elo.
Lo cierto es que más allá de ser una casa de té, La casa de Champa también puede catalogarse como un mini-museo: “La casa está decorada con objetos antiguos y hasta una colección de 80 morteros que fueron recopilando mis suegros en cada uno de sus viajes”.
Puro sabor
Lo que nació como una casa de té para disfrutar de una rica merienda, hoy se transformó en un abanico de propuestas dulces y saladas, para el desayuno, el almuerzo o bruncheo: “La propuesta de la carta incluye repostería alemana, tostones con paltas y huevos, café de especialidad, mermeladas caseras, scones… Y también hay opciones sin gluten y veganas”.
Para quien esté de visita en Tilcara el finde XXL, ya sabe dónde darse un gustito…
Por Christian Ali Bravo.
