Aqua Marina propone vivir unas vacaciones diferentes mediante actividades para toda la familia, y que los más chicos puedan tomar conciencia de la importancia de cuidar el hábitat marino, mientras se divierten jugando en la playa.
Sol, playa y mar. Difícilmente tres palabras se conjuguen mejor cuando de vacaciones se trata. Solo con nombrarlas, nos trasladamos mentalmente a esa sensación del pie hundiéndose en la arena y de la brisa marina dándonos esa bocanada de aire fresco tan necesaria y sanadora. Al viajar en familia, ese planazo casi obligatoriamente debe incluir chapuzones al mar, castillos de arena con túneles secretos y canaletas, fútbol, paleta y tejo.
Gracias a Aqua Marina, una asociación civil sin fines de lucro que tiene como principal objetivo la conservación de los espacios marino-costeros y puntualmente del delfín franciscana (su animal insignia), es posible agregar un ítem al listado: aprovechar la playa para jugar y divertirse, mientras se descubren los secretos del Mar Argentino.
Una escuela para empaparse de nuestro mar
El 2011 fue el año en que la Escuela del Mar de verano se estableció como un proyecto de educación ambiental no formal para transmitir conocimientos sobre la conservación de los recursos naturales y la creación de nuevos hábitos que favorezcan la preservación.
¿Cómo lo hace? Nadie mejor que Ximena Merelle, coordinadora de la Escuela, para responder esta pregunta: “Todos los veranos hacemos esta actividad en diferentes lugares de la costa bonaerense. Armamos un puesto que incluye un mini-museo, una biblioteca, guías de aves, lupas, binoculares y microscopios para que tanto grandes y chicos puedan descubrir los secretos que se esconden en el agua”.
Está claro: una de las mejores maneras de aprender es hacerlo mediante el juego y para eso la Escuela tiene un abanico de opciones muy amplio. “Preparamos actividades artísticas, como la de confeccionar animales marinos con materiales reciclados, pero también sumamos a profes de yoga, surf, boxeo… La idea es que los chicos y chicas puedan vincularse desde la empatía con el cuidado de la naturaleza mediante estas propuestas”, afirma Ximena.
Las aguas profundas del conocimiento
Lo dicho, la Escuela del Mar va cambiando de sede cada verano: ya estuvo en Pinamar, San Bernardo, y este año será en San Clemente del Tuyú durante el mes de enero. “La participación no tiene costo, no requiere inscripción previa, y en nuestras redes sociales vamos actualizamos la información sobre fechas, horarios y actividades. La idea es que los que tengan ganas se acerquen y participen, sean chicos o grandes. Hay una premisa que dice que ´no se cuida lo que no se conoce´, entonces, lo que buscamos es que mediante el conocimiento de nuestro mar, se genere esa empatía y se produzca un cambio de hábito para cuidarlo”, cuenta la coordinadora.
Y para reforzar esta idea, comparte una anécdota: “Hace un tiempo estábamos con un grupo de chicos y chicas y les preguntamos si conocían el mar. La mayoría levantó la mano porque alguna vez había veraneado en la costa. Ahora, cuando les consultamos si sabían que en nuestro mar hay delfines y tortugas grandes como un auto, muy pocos la levantaron. Por eso apuntamos a que conozcan en profundidad este hábitat para que así también quieran cuidarlo”.
Un chapuzón a la concientización
Aqua Marina está integrada por profesionales de diversas áreas como investigadores, pescadores, guardaparques, educadores, economistas y veterinarios, cuyo principal objetivo es proteger y avanzar en la conservación de la biodiversidad marina y en la salud de los ecosistemas costeros, promoviendo el uso sustentable de los recursos.
Para ello se enfoca en la Investigación y Educación Ambiental combinando aspectos científicos, sociales, políticos, legales y organizativos. En vistas de un futuro mejor, aspira a que podamos vivir en un mundo con áreas costeras y océanos saludables, con mayor diversidad de especies y ecosistemas, para mejorar la calidad de vida de las futuras generaciones. La Escuela del Mar es una de sus propuestas, que invita a disfrutar en familia de una manera distinta y concientizar con que el cuidado de nuestro planeta y sus recursos no es un juego.
