Creado por Eduardo Bergara Leumann, este museo escenográfico que alguna vez fue su casa sorprende con obras de arte de diversos personajes de la historia argentina.
“Compré una mezcla rara de elefante blanco y extemplo ubicado en la calle Luis Sáenz Peña 541 y lo convertí en un collage de un Buenos Aires que se perdía”. Esas son las palabras con las que su creador, el recordado Eduardo Bergara Leumann, definía a la perfección lo que es la Botica del Ángel.
Lo que en algún momento también fue su casa, hoy es un museo escenográfico que guarda verdaderos tesoros. Y que vale la pena visitar.
Una colección de joyas
“Por la Botica de Luis Sáenz Peña pasaron Luisa Vehil, Mecha Ortiz, Tania, Jorge Luis Borges, Ernesto Sábato, Mariano Mores, Ariel Ramírez, debutaron Opus 4, Valeria Lynch, Víctor Heredia y el siempre presente Leonardo Favio”. Bergara Leumann no exageraba cuando tenía que hablar sobre su creación.
Hoy, varios años después, la Botica del Ángel acobija obras de arte de artistas del calibre de Raúl Soldi, Antonio Berni, Marta Minujin, Juan Carlos Castagnino y Eduardo Pla, entre tantos otros.
Pero además, exhibe manuscritos de Jorge Luis Borges, Ernesto Sábato y Manuel Mujica Lainez; y diversos recuerdos de actores y cantantes, de la talla de Nacha Guevara o Leonardo Favio, entre otros.
En el recorrido, además, se pueden contemplar homenajes a (por ejemplo) Astor Piazzolla, Mariano Mores, Homero Expósito, Mercedes Sosa, Ariel Ramírez y María Elena Walsh.
La Botica abre sus puertas
Si bien los días y horarios para las visitas va variando, lo ideal es consultar su cuenta de Instagram para verificar la agenda.
Con una duración aproximada de dos horas, se cobra un bono contribución de $ 6.000 para el público en general, y de $ 4.000 a los jubilados.
Por Christian Ali Bravo.