El pato vapor es la única especie de pato marino en Sudamérica, siendo el de cabeza blanca endémico de Chubut. La mayor población habita en las islas frente al pueblo de Camarones.
No es una novedad que el archipiélago situado frente a las costas de Chubut representa un ecosistema de biodiversidad única, con características tan particulares que logran atraer a una gran variedad de especies. Y entre ellas se encuentra el peculiar pato vapor, que ha elegido ese entorno como su hogar. Este distintivo animal es la única especie de pato marino en Sudamérica, siendo el de cabeza blanca endémico de Chubut.
Gracias a diversas investigaciones, se ha podido mapear la distribución y el comportamiento del pato vapor cabeza blanca, descubriendo que habita en una estrecha franja costera, de unos 700 kilómetros, que se extiende desde la desembocadura del Río Chubut hasta el límite con Santa Cruz. Y además que entre Bahía Bustamante y Bahía Santa Elena reside el 50% de la población total de esta especie.
Curiosidades de un animal único
Claramente que lo que primero llama la atención del pato vapor es su nombre, el cual no es azaroso, ya que proviene de su particular forma de desplazarse sobre el agua, generando un efecto visual similar al vapor de los antiguos barcos. ¿Cómo se produce esto? Cuando agita sus alas y hace vuelos rasantes levanta un spray de agua que parece vapor.
Otra gran particularidad de la especie es la forma que tiene de construir sus nidos y sus hábitos reproductivos también son muy peculiares. En las islas de la región, donde se identificó el 95% de los nidos, las hembras ponen un huevo cada dos días hasta llegar a una puesta de entre 7 y 10 huevos. Para confeccionar el nido cavan un pequeño hoyo, lo llenan con ramas y una corona de plumas arrancadas de su propio pecho, todo bajo la protección de un arbusto.
En cuanto a la forma de distinguirlos y a sus características físicas, los machos se distinguen por sus cabezas blancas y picos anaranjados, con el resto del cuerpo de un gris claro y castaño en el pecho. Las hembras, en cambio, presentan tonalidades más amarronadas en la cabeza, junto con una línea blanca característica que se extiende desde el ojo hasta el cuello.
Su importancia ecológica y turística
La conservación del pato vapor es crucial no solo por su singularidad, sino también porque forma parte de un entramado ecológico más amplio. La pérdida de esta especie, al igual que de otras, podría desequilibrar drásticamente el ecosistema marino.
Y por supuesto que al solo poder observarse en esta parte del mundo, el pato vapor es además un atractivo turístico importante. De hecho en la zona de Camarones hasta Bahía Bustamante, o en una navegación a las islas del archipiélago, se puede ver a estas aves sin mucha dificultad. Hoy, la población total de estos patos no supera los 6.000 individuos, lo que resalta la importancia de su conservación.
Por Christian Ali Bravo.