Con más de 2.600 hectáreas, este parque nacional alberga los paisajes más lindos de la ecorregión Delta e Islas del Paraná. Viví una experiencia única en un marco extraordinario.
Con 2.604 hectáreas, el Parque Nacional Pre-Delta es una de las grandes joyas de la provincia de Entre Ríos. Su paisaje es realmente mágico: contiene islas, arroyos, lagunas y riachos, todo moldeando con la influencia del gran río Paraná, que a su placer, regala nueva postales cada día.
A tomar nota: el parque se encuentra ubicado a 5 kilómetros de la localidad de Diamante sobre la ruta provincial 11, puntualmente a 50 kilómetros al sur de Paraná y a un poco más de 83 kilómetros al norte de Victoria.

Paraíso animal
Vale destacar que el Paraná es un corredor de biodiversidad que aporta a esta región una vasta cantidad de animales y plantas típicos de la selva misionera y el Chaco.
Muestra de ello son los patos, garzas, cigüeñas y gallaretas que habitan en las aguas abiertas. Pero no los únicos, porque comparten hábitat con coipos, carpinchos, comadrejas coloradas, gatos monteses, lobitos de río y yacarés overo (estas dos últimas son especies en peligro de extinción).
Aún hay más, ya que bajo las aguas, cardúmenes de sábalos, dorados, surubíes y mojarras son presencia constante entre más de 180 especies de otros peces.
Los imperdibles
Dentro de su amplia extensión, el Parque Nacional Pre-Delta cuenta con la Azotea, que es una barranca natural que es refugio de aves como el celestino, el brasita de fuego y el frutero imperial.
Pero aún hay más, porque es en las lagunas que se forman en las zonas centrales deprimidas de las islas, donde los irupés de enormes hojas flotantes entregan una postal típica e inolvidable.
Y a su vez, desde el área recreativa parten diversos senderos para recorrer, por ejemplo, el que bordea las lagunas de Irupé y Las Piedras y atraviesa el bosque, y brindando la oportunidad de ver muchas especies de aves.
