La comunidad originaria Huarpe Paula Guaquinchay abre sus puertas para compartir sus experiencias y costumbres milenarias en pleno desierto lavallino.
El pueblo Huarpe se encuentra en el departamento de Lavalle, a 50 kilómetros de la villa cabecera en el distrito de Gustavo André. En esta tierra de contrastes, oasis cultivados y grandes espacios áridos, se despliegan patrimonios, historias y leyendas heredadas de los primeros habitantes de la región.
Recorriendo sus calles, el aroma a jarilla, a pan caliente y a chivito recién salido del horno, inundan los sentidos. La tranquilidad del lugar y el contacto con la naturaleza se complementan con la calidez de la gente, quienes en el año 2005, conformaron un Grupo de Turismo Comunitario dentro del Pueblo Originario de La Asunción.
Dicha asociación se encarga de brindar una experiencia 100% placentera, donde los anfitriones lugareños guían a los visitantes por escenarios naturales de gran belleza y senderos de distinta extensión. También se pueden realizar paseos en bici y talleres de trenzado en cuero e hilado.
En el entorno, las antiguas capillas coloniales irrumpen el horizonte de rojizos atardeceres y dan lugar a importantes y pintorescas fiestas religiosas con coloridas procesiones, rituales, cantos y danzas que convocan a fieles y turistas.
Además, dichas tierras poseen un sitio que resguarda gran parte del ecosistema original: la Reserva Provincial Bosques Telteca, la cual atrapa con sus caminos, su variedad de aves y su centro de interpretación. El principal atractivo, Los Altos Limpios, es un sistema de médanos que transforma la fisonomía al capricho del viento. Si no fuera por la huella de los pequeños animales que se imprimen en la arena con precisión, se podría decir que nunca nadie caminó por los arenales.
Observar una puesta de sol es un momento imperdible, ya que los contrastes de luces y sombras junto al encendido cielo dan lugar a un firmamento estrellado, donde es posible alejarse de todo y conectar con el presente.
El paraíso cultivado invita a experimentar la cultura del campo, que de la mano del hombre forjaron viñedos, olivos, frutales y hortalizas. Hoy en día, la zona urbana de Lavalle y sus alrededores, son el reflejo de comunidades que viven al servicio de la tierra, allí se respira la antesala de la ruralidad, su gente, sus costumbres y tradiciones.
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