La bodega ubicada en Agrelo, Mendoza, invita a sus visitantes a ser protagonistas de una experiencia única, distinguida por la Guía Michelín, mediante capítulos que permiten descubrir la esencia de cada uno de sus vinos.
Cuenta la leyenda mapuche que antaño las mujeres caminaban cabizbajas, asustadas, sin siquiera intentar levantar la vista. ¿El motivo? El pánico que les producía el enfrentarse a la mirada intensa, fulminante y sagaz de algún dios joven y atractivo. Pero un día, la curiosidad y decisión de una mujer pudo más y levantó sus ojos. Tras mirar a un exuberante dios, todo sucedió en un segundo: cayó perdidamente enamorada, atraída por un fuerte relámpago.
Conmovido, este dios la llevo al pico más alto, el cual se creía que llegaba al cielo (hoy ese pico se llama Aconcagua). Dado que el dios debía seguir su camino, le ofreció dos cosas… Por un lado, un néctar para que ella pudiese revivir el gozo de su mirada. Y por otro, una morada, la cual fue bautizada como Ruca Malén (la casa de la joven).
Haciendo honor a su nombre y también al tinte literario de su origen, la bodega Ruca Malen reabre las puertas de su restaurante para hacer vivir a quienes la visiten una historia que no se divide en pasos, sino en capítulos, y cuyo final, como no pude ser de otra manera, será feliz.
Su restaurante, un libro abierto
Hace 25 años que la bodega Ruca Malen se convirtió en una parada obligada para quienes visitan Agrelo y aman el buen vino: desde 1998, la finca cuenta con plantaciones de Malbec, Cabernet Sauvignon, Petit Verdot, y una pizca de Garnacha. Y qué mejor excusa para conocerla que la reapertura de su flamante restaurante y a uno de los grandes protagonistas de esta historia, Mariano Gallego, que deleita a propios y ajenos con su gastronomía desde 2005.
No llama la atención esta elección: el chef demuestra un profundo respeto por la materia prima y el cuidado por los detalles que marida a la perfección con los valores que Ruca Malen aplica en la elaboración de cada uno de sus vinos. Con un paisaje de novela de la Cordillera de los Andes y un menú descontracturado, los comensales se encontrarán con exquisitos exponentes de la cocina regional, elaborados con productos locales de alta calidad.
De hecho, el restaurante de la Bodega Ruca Malen fue distinguido con la mención “Recomendados” por la prestigiosa Guía Michelín, famosa por reconocer con sus estrellas a los mejores restaurantes del mundo, siendo uno de los 57 restaurantes destacados en Argentina. Justamente su chef trabajó en un importante restaurante tres estrellas Michelin en Barcelona y luego viajó a Tokio para seguir su carrera como chef ejecutivo de un restaurante dos estrellas Michelin.
Un capítulo aparte
A quienes deseen ser protagonistas de una experiencia única en el nuevo restaurante que abre de martes a sábados de 12.30 a 14, los espera un menú de siete pasos maridados con vinos de las distintas líneas de la bodega. O mejor dicho, de siete capítulos en los que se destacan el Chardonnay y el Malbec, que acompañan platos con langostinos, setas, camembert, ternera, entre otros manjares. El postre, infaltable, deleita con merengue, chocolate y praliné.
Pero también está disponible la degustación, que se realiza en tres horarios distintos (10.00, 11.30 y 15:30) e incluye diversas opciones: Prólogo (incluye 3 copas de degustación, una de cada línea del porfolio), Capítulo Uno (incluye 3 copas de la línea), Capítulo Dos (incluye 4 copas de la línea) y Capítulo Tres (incluye 3 copas de la línea de alta gama).
La responsable de este best-seller es Agustina Hanna, quien dirige la bodega desde la vendimia de 2020 y junto a su equipo, escribieron una historia inolvidable en cada vino de Ruca Malen. Según parece, este solo parece ser el principio…
