En un entorno natural paradisíaco, se abre camino una ruta que invita a disfrutar de todo el sabor de una provincia que marida a la perfección con tus ganas de viajar.
La siempre bella ruta 40, la ruta del Pehuén, el Corredor de los lagos… Las maneras de meterse de lleno en el corazón de Neuquén y descubrir toda su magia son muchas realmente. Pero siempre hay un nuevo camino que se abre, que ofrece una faceta distinta, que despierta otro tipo de sentidos. Bueno, esa es la Ruta del Vino neuquina.
Integrando las localidades de Neuquén capital, Centenario, San Patricio del Chañar, Añelo y Chos Malal, se conecta a través de arterias diversas rutas nacionales y provinciales para sorprender con varietales de alta calidad.
En la variedad está el gusto
El Pinot Noir es una cepa cuyo cultivo data del año 100 en la pintoresca región de la borgoña francesa. Su significado al castellano es “Pino negro”, y tanto su cultivo como su vinificación suelen ser muy complejos. ¿A qué viene este repaso histórico? A que Neuquén y Río Negro registran el primer cultivo de esta cepa en el siglo XX, convirtiéndola así en una insignia de la región.
Pero tanto la meseta como los valles patagónicos destacan con características más que favorables para el cultivo de las vides y elaboración de vinos. Las diferentes composiciones del suelo, las precipitaciones escasas y los abundantes vientos aseguran la sanidad en los viñedos, en un entorno tan natural como sustentable.
Así es como más allá de la ya mencionada Pinot Noir, se encuentran plantaciones de Malbec, Merlot, Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon, Sauvignon Blanc, Chardonnay y Torrontés.
Bodegas por descubrir
Con visitas guiadas por especialistas, recorridos por los viñedos y por la línea de elaboración, y la siempre festejada degustación de varietales, las bodegas neuquinas esperan con sus puertas abiertas. De hecho, hasta algunas ofrecen la experiencia de almorzar, maridando el vino con exquisiteces de la gastronomía local.
La Bodega Del Fin del Mundo, con plantaciones de vid que datan de 1999, es la de mayor producción de la zona. Ubicada en el kilómetro 9 de la Ruta Provincial 8 permite visitar la sala de barricas, las pasarelas elevadas con vistas a los viñedos y conocer el proceso de elaboración de los vinos.
Desde su establecimiento en 2002, la Bodega Familia Schroeder destaca por su arquitectura adaptada armoniosamente al perfil del terreno. El bonus track es que además de las visitas guiadas a la bodega, permite apreciar un hallazgo paleontológico encontrado durante la construcción del edificio. ¿Dónde se ubica? Sobre la Ruta Provincial 7, en San Patricio del Chañar, y el enólogo a cargo de la bodega es Leonardo Puppato, quien es un referente en la producción de vinos en el norte patagónico.
La Bodega Malma, de última generación, fue la primera en tener restaurant. Imperdible es la vista que ofrece, que permite perderse en la belleza de los viñedos en contraste con la estepa patagónica. Se ubica en la Ruta Provincial N 7, calle número 15.
Secreto Patagónico es una bodega familiar que se especializa en elaborar ediciones limitadas de alta gama. También ubicada en la Ruta Provincial 7 (en la picada 4 y media) acepta visitas y brinda degustaciones pero solo con reserva previa.
A su vez, la bodega familiar Des de la Torre, está situada en Chos Malal, donde acuña una gran tradición en la producción de vinos desde finales del siglo XIX. Y abre sus puertas para ofrecer visitas gratuitas a la bodega, viñedos, degustación y venta de productos. No es necesario reservar para visitarla.
Por Christian Ali Bravo.
