Se viene el verano y por eso te presentamos qué lugares de la Ciudad de Buenos Aires son ideales para disfrutar de gustos tradicionales y combinaciones más innovadoras.
Con el calorcito ya asomando en la Ciudad de Buenos Aires, hay un recorrido que es casi tan obligatorio como visitar el Obelisco o la Casa Rosada. Y es el que incluye las heladerías más destacadas: aquellas que conservan los gustos tradicionales, como las que combinan propuestas mucho más innovadoras… ¿Comenzamos?
Cadore
Fundada por inmigrantes provenientes de Cadore, comunidad del Norte de Italia, espera a sus visitantes en pleno corazón de la avenida Corrientes, desde el año 1957. Por si le faltasen galardones, fue seleccionada por National Geographic dentro de las 10 mejores heladerías del mundo, en el año 2017. ¿Los imperdibles de este clásico porteño? Su premiado dulce de leche, pero también sorprende con el choc speziatto y el strudel.

Rapa Nui
Esta historia comienza en Bariloche, puntualmente entre chocolates y bombones… Pero el éxito fue tal que el proyecto se expandió agregando helados a su propuesta, y tal fue el boom que terminaría impactando también en la Ciudad de Buenos Aires, con sucursales por doquier. Para darse un verdadero gusto, es aconsejable probar el chocolate 80% y el Rapanuino.
Gruta
Ubicada en el corazón de Belgrano, esta heladería fue inaugurada en 1976 y aún hoy sigue siendo muy reconocida por su sambayón. Son todo un ejemplo de lo que representan los helados artesanales, ya que cuenta con más de 50 gustos, los cuales siguen elaborando en máquinas muy antiguas. ¿Días y horarios? Lunes a Jueves de 13 a 20, Viernes de 13 a 22, Sábados de 12 a 22 y Domingos de 12 a 20.
La Flor de Almagro
Para quienes estén paseando por los barrios de Almagro y Villa Crespo, no deben dejar de visitar esta joya fundada en 1933. A base de recetas tradicionales que fueron pasando de generación en generación, aún siguen sorprendiendo a sus clientes con su sambayón napolitano, y también con sus 11 variedades de chocolates. A tomar nota: abre de martes a domingos, de 12 a 0 horas, y los sábados hasta la 1.

Scannapieco
«Nada que un helado no pueda arreglar». Este es el lema de una heladería icónica de la ciudad porteña, la cual fue fundada en 1938 por inmigrantes italianos. Con un proceso de producción completamente artesanal (que va desde la selección de los ingredientes hasta la elaboración de cada sabor) logran productos únicos con texturas inolvidables. ¿Los preferidos de sus clientes? El chocolate Scannapieco y el dulce de leche Astor.
