Un ingeniero forestal fue quien descubrió esta rareza gastronómica, que ya se sirve en restaurantes de primer nivel y hasta se exporta al resto del mundo.
Unos antiquísimos escritos jesuitas fueron la clave en el descubrimiento gastronómico más sorprendente de los últimos años. En esas gastadas páginas se detallaba cómo los guaraníes, antiguos pobladores de las tierras misioneras, se alimentaban de unos gusanos, que a su vez, comían un árbol muy particular de la zona.
El ingeniero forestal Roberto Felix Pascutti se topó con estos escritos jesuitas y también los tomó de referencia para introducirse en la selva misionera hasta dar con el enigmático árbol. La intensa y prolongada búsqueda dio su resultado: tras 5 años, encontró el tan ansiado Yacaratiá, árbol de 80 centímetros de diámetro, que oscila entre los 10 a 30 metros de altura.
De la selva a la mesa
Una vez identificado el Yacaratiá, Roberto hizo una regla de tres simple: si el gusano comía el árbol, y los guaraníes comían a los gusanos… entonces el árbol podría ser comestible y hasta contener propiedades nutritivas. Su intuición no falló: de hecho, es el único árbol que no contiene celulosa, motivo por el cual puede ser ingerido normalmente.
Hasta su fallecimiento, Roberto trabajó en un proceso (el cual se mantiene en un absoluto secreto) para transformar la madera del Yacaratiá en alimento. “¿Qué tipo alimento?”, es la pregunta que nace casi de inmediato. Existen diversas opciones, en realidad. Si bien el producto es muy suave al tacto y se caracteriza por su sabor dulce (lo cual puede maridar muy bien con quesos), también es muy útil en los platos salados, sea a las brasas o ahumado.
Fuente: esdeciencia.com
Así fue como Vanina, hija de Roberto, creó Yacaratiá Delicatessen, emprendimiento mediante el cual ofrece confituras, alfajores, bombones y hasta néctar de madera. Mientras que diversos chefs, como el misionero Gunther Moros, han incluido opciones en su carta con la madera del Yacaratiá como protagonista. Pero esta extrañeza cruzó las fronteras y se exportó a países como España, Alemania, Suecia, Italia, Turquía y Estados Unidos, entre otros.
Producción artesanal y ecológica
Ahora bien, ¿cómo es el proceso de producción del Yacaratiá? La respuesta es tan simple como armónica: totalmente ecológica y artesanal, a cargo de la propia naturaleza. Dicho de otra manera, no existen en plantaciones “forzadas” de Yacaratiá, sino que son las propias aves que habitan la selva las que distribuyen la semilla por doquier.
Fuente: Doce tv
Y aquí tiene lugar lo más destacable del proceso: dado que la madera del Yacaratiá no puede ser utilizada ni para la producción del papel ni para la industria forestal, debido a su alta composición de agua, al convertirla en alimento se está dando uso a algo que antes no lo tenía.
Así, Misiones suma a su propio encanto natural un motivo más para visitar sus bondadosas tierras. Tierras donde crece un árbol comestible, con propiedades nutritivas y es versátil a la hora de acompañar opciones dulces o saladas. La mesa está servida…
Por Christian Ali Bravo
