Nuestro país tiene una riqueza cultural y paisajística enorme. Rincones poco explorados y resabios de la naturaleza. Te contamos sobre 3 importantes atractivos que quizás no conocías de la Argentina.
El Titanosaurio en Chubut
Desde 2017 una réplica del Titanosaurio que se desterró en 2013 en la estancia La Flecha en Chubut yace en el acceso norte a Trelew. Es una obra que recrea en tamaño real al saurópodo más grande del mundo. Sólo un fémur de este herbívoro de cogote largo y cabeza mínima se expone en el Museo Egidio Feruglio.
En la Prehistoria, Trelew fue “la tierra de los dinosaurios”. Llegando a la ciudad por la Ruta nacional 3 se ha montado esta réplica del Patagotitan Mayorum. Con un peso de 15 toneladas, 40 metros de largo y 12 metros de altura el Titanosaurio proveniente de Alemania ya representa un emblema turístico de Trelew, y un atractivo pocas veces visto en el mundo.
El Meteorito en Chaco
El cielo en suelo chaqueño. “Campo del Cielo” es la denominación de una extensa región del norte de Argentina ubicada entre las provincias del Chaco y Santiago del Estero, en la cual, hace aproximadamente 4.000 años, impactó un asteroide. Como resultado de esa explosión en la atmósfera, fueron hallados allí dos de los meteoritos más grandes del mundo, denominados “El Chaco” y “Gancedo”.
El Gancedo fue desenterrado en 1980 y es uno de los más grandes del mundo, con casi 30 toneladas. Un ranking que encabeza el Hoba, encontrado en Namibia (África) en 1920, de 66 toneladas. Es un meteorito de hierro de los llamados no magnéticos que contienen una mezcla de silicatos ricos en hierro y magnesio, semejante a los minerales que están presente en las rocas del manto terrestre.
Inca Cueva en Jujuy
El yacimiento arquelógico conocido como Chulín es el más valioso exponente de arte rupestre de la región. Emplazada en el sector norte de la Quebrada de Humahuaca, la Quebrada de Inca Cueva cuenta con una superficie total de 226,5 km2, ubicándose en el borde oriental de la Puna argentina, a 48 kilómetros de Humahuaca, en Jujuy.
En Inca Cueva, encontramos espacios excavados en las cuevas que fueron usadas durante miles de años: los rastros del fogón más antiguo tienen 9200 años, el más reciente 1600. Son espacios reutilizados que nos muestran que los pobladores volvían continuamente a ellos.
Para llegar a las cuevas hay que caminar por el rio Chulín unos 4 km. Un magnífico paisaje conocido como “El Oasis”. La gruta tiene alrededor de 40 metros de largo, 5 de profundidad y alrededor de 10 metros de alto, con la casi totalidad de sus paredes y techos cubiertos de pictografías en los colores blanco, rojo y negro, formando figuras geométricas y animales diversos, entre los que predominan las llamas.
Por Silvina Baldino.
