CÓRDOBA: 6 JOYAS de TRASLASIERRA para DESCUBRIR

Revista Un camino1 de septiembre de 20234 Mins read

1. Hotel & Bodega Aráoz de Lamadrid

Una familia que eligió San Javier para vivir. Gregorio -Goyo- Aráoz Lamadrid y su esposa Ana Jordán decidieron echar raíces en este rincón de Traslasierra. Tienen una finca de 10 hectáreas al pie del Cerro de los Linderos en San Javier y ofrecen una propuesta de hospedaje singular, diferente a todos: hotel, arte, jardín botánico y bodega.

Escondido en el monte, con el espíritu de la sierra, Aráoz de Lamadrid tiene una hostería de 4 habitaciones, viñedos, bodega, cactario y el jardín más mágico de las sierras cordobesas.

Canteros de herbáceas, viñedos, estanques con flores de loto, nenúfares y plantas acuáticas, esculturas al aire libre y una gran colección de cactus hacen de este lugar algo único.

El jardín botánico convive en perfecta armonía con el viñedo de siete variedades de uva tinta: Malbec, Syrah, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Ancellotta, Petit Verdot y Tannat. Y la variedad de uva blanca: Chardonnay. En el año 2012 plantaron las primeras cepas y se producen de manera artesanal vinos de alta gama con uva 100% Valle de Traslasierra.

Hay opción de hospedaje o bien uno se puede apuntar a la Visita Guiada por el parque y la bodega con almuerzo incluido (menú de 5 pasos).

Aráoz tiene piscina junto las plantas de vid y un restaurante pero mo en la finca sino en La Población, y se llama Peperina.

2. Sendero el Empedrado, en Nono

Uno de los mejores planes para hacer en Traslasierra son las caminatas. Nono tiene varios senderos autoguiados para recorrer según el grado de dificultad. Los lugareños recomiendan el Sendero El Empedrado, por sus increíbles vistas panorámicas y por su historia. Fue un camino utilizado por la cultura comechingona y más tarde por el santo Cura Brochero.

Un recorrido de 5 km con una dificultad media (y media alta en algunos tramos). Es una traza que une Nono con las Altas Cumbres. Subiendo por el camino que va al Museo Rocsen se llega al paraje Los Algarrobos, un lugar encantador, con un arroyo y mucha sombra. Se pasa por la capilla Virgen de Fátima y luego se sube por una senda pedregosa.

El tiempo estimado para recorrerlo varía entre 3 y 4 horas. Este sendero cuenta con hermosas vistas del valle y de los pueblos aledaños; durante su recorrido se puede ir disfrutando del olorcito a hierbas serranas.

3. Boca del Río, un embalse escondido donde navegar en kayak

En Las Tapias, un espejo de agua embalsadas en un dique nivelador llamado Boca del Río es un tesoro escondido de Traslasierra. Para acceder hay que ingresar a Las Tapias, muy cerca de Villa Dolores. Y allí el embalse receptor del río Los Sauces, que propone un paisaje con fauna y flora autóctona como la tala, el espinillo y la tusca, así como la silueta de las montañas.

Se puede emprender caminatas para llegar a lugares inhóspitos hasta descubrir un sector de minas abandonadas, o acceder a un mirador para observar cómo el río avanza por la quebrada. Al pie del paredón del dique, se divisa un criadero de truchas desde donde se provee a los restaurantes de Traslasierra.

Las aguas tranquilas del dique son propicias para los deportes acuáticos sin motor. Desde el parador Tila Helen podes alquilar kayaks y navegar por el agua. Los lugareños recomiendan quedarse hasta el atardecer y disfrutar de ese “minuto mágico” cuando el paisaje se tiñe de colores en el espejo de agua.

4. Puesto Don Carlos Ferreyra: aventura nocturna

En la tranquila San Javier una propuesta diferente para quienes quieren aventurarse en la gastronomía serrana. La empresa Eco Champaquí propone una excursión de dificultad media-baja para llegar al atardecer a Puesto Ferreyra, a 1.500 msnm, un puesto que nació en 1937 de la mano de Carlos Ferreyra, quien tenía un rebaño de cabras y harto de subir y bajar por la sierra se construyó una casa en el lugar. Ahora su hijo Hernán continúa el legado familiar.

El recorrido demanda unas 3 horas. En la cima se observa Villa Dolores, Villa de las Rosas o Mina Clavero. Una visita a la familia Ferreyra para conocer su historia, su antiguo telar, sus animales y desde el corral disfrutar del atardecer con las cabras, una vista única. Luego, comer un rico pollo al disco o un buen plato de pastas; y se baja con la luna y las estrellas. El descenso es con linternas, tras un fogón con guitarreada.

5. Estancia La Constancia

A 7 km de San Javier, en la Quebrada del Tigre, una estancia histórica en pleno bosque serrano. El casco está ubicado en lo más alto de la montaña y fue construido en 1895. Desde el año 2000 recibe a los viajeros que quieran hospedarse y olvidarse de todo rodeado de naturaleza.

Cuenta con 8 habitaciones con baño privado, living, sala de lectura, piscina de agua natural, y un restaurante con una propuesta basada en el producto y las sutilezas. El alojamiento es con pensión completa.

Hay senderos autoguiados, ascenso al Champaquī, cabalgatas, entre otras actividades. También una capilla dedicada a San José. Hay que estar atento a las fechas porque se organizan Retiros de reconexión con grupos de yoga y otras disciplinas holísticas.

El entorno natural y la energía del lugar potencian el sentimiento de bienestar de las personas que se acercan a este maravilloso lugar.

6. Arroyo Los Patos, un pueblo escondido

Entre Nono y Mina Clavero un paraje al que sus habitantes lo definen como “el pueblo boutique”, por su pintoresco enclave paisajístico. Está surcado por cuatro arroyos de aguas mansas y es, además, la costanera del Río Los Sauces. Caminando por allí se puede llegar hasta Nono. Son 12 km de playas de arena para disfrutar de los paisajes donde se combina lo verde y lo agreste. También está el sendero “El Mirador” de fácil acceso para hacer un recorrido autoguiado.

En el pequeño poblado, hay hosterías y cabañas para quienes deseen pasa una estadía tranquila. Y para sentarse a comer algo rico está Viditay, una casa de té y restaurante con sabores serranos. Está ubicado sobre la ruta 14, pero detrás de la tranquera un oasis de paz con sabores caseros en todo momento del día.