En San Antonio de Areco espera La Olla de Bronce, recientemente distinguida por Taste Atlas (prestigiosa entidad del mundo gastronómico) por su delicioso alfajor de dulce de leche. ¿Te lo vas a perder?
El alfajor es casi un patrimonio cultural de la Argentina: de hecho, propios y ajenos disfrutan de esta golosina en sus diferentes formatos y sabores.
¿La buena noticia para quienes vivimos en este país? Que en nuestra tierra se encuentra el mejor alfajor del mundo. Sí, Taste Atlas, la reconocida y prestigiosa entidad del mundo gastronómico, eligió el producto elaborado por La Olla de Cobre, fábrica de chocolates y alfajores, como el mejor de todos. Y San Antonio de Areco es el pueblo que tenés que visitar para probar esta joya.

Una delicia mundial
Con casi 50 años de vida, La Olla de Cobre se convirtió en una parada obligatoria para quienes visitan San Antonio de Areco. Imagínense ahora, con esta prestigiosa distinción… Lo cierto es que quienes circulen cerca de la calle Matheu 433 sentirán un aroma que los invitará a ingresar al local y degustar el sinfín de delicias que se exhiben en el mostrador.
Claro que la joya de la corona es el alfajor premiado recientemente por Taste Atlas. Desde la página de la fábrica, así describen a su creación: “Rellenos de delicioso dulce de leche y bañados en chocolate amargo, los inolvidables alfajores de La Olla de Cobre se diferencian por la calidad en su elaboración y por ser un fino reflejo de los ingredientes nobles utilizados”. Solo faltó aclarar que su masa esponjosa le da el toque definitivo.

A tomar nota: La Olla de Cobre abre 10 a 13 y de 15 a 19:30 horas, menos los lunes por la tarde y los martes todo el día, que se encuentra cerrado. Al momento de redactar este artículo, los precios de sus alfajores son los siguientes: $1.900 la unidad, $11.400 la media docena y $22.800 la docena.
¿Qué hacer en San Antonio de Areco?
San Antonio de Areco descansa a un poco más de 100 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires. Con casi 300 años de historia, es uno de los pueblos más antiguos de la provincia de Buenos Aires y sus calles le hacen honor a tamaña definición. De hecho, gran parte de su arquitectura se remonta a 1728.
Gracias a su especial cuidado de las tradiciones de la cultura gauchesca, fue declarado “Capital Nacional de la Tradición”. Pero Areco es mucho más que eso… Los almacenes de ramos generales y las pulperías son las grandes estrellas del lugar. ¿Qué elegir? Desde generosas picadas a empanadas y asados.
Para quienes disfrutan de la naturaleza, la reserva natural Parque Criollo es otra parada obligatoria. Creada hace cuatro años, es Patrimonio Ambiental de San Antonio de Areco. ¿Su función? Preservar el pastizal natural y el talar –únicos ambientes pampeanos–, como también mantener la diversidad biológica, cuidando las especies que allí habitan.
Pero para que sus visitantes no se pierdan absolutamente de nada, desde la Dirección de Turismo, organizan visitas guiadas a los puntos de interés: museos, casco histórico, centro de interpretación ferroviario y a los bares más antiguos de la zona, entre otros.
¿Dónde hospedarse en San Antonio de Areco?

En San Antonio de Areco son muchas las estancias que se dedican especialmente al turismo rural, ofreciendo un día de campo con todas las letras. Estas propuestas incluyen ver destrezas con caballos, comer un rico asado con degustación de vinos, y hasta disfrutar del folklore interpretado por músicos locales.
Pero quienes deseen una experiencia diferente, pueden optar por pasar la noche en un tren. Sí, esa es la propuesta de Guiraldes BNB, que invita a disfrutar de un “simpático vagón de madera antiguo con todas las comodidades de la vida moderna, como WiFi, desayuno, fogón, jardín y el tradicional tanque australiano”.
No solo eso, sino que también cuenta con baño completo con bañadera y provisto de productos de higiene personal, kitchenette bien equipada, heladera, anafe, tostadora, vajilla y utensilios varios, aire acondicionado frío-calor en los dos ambientes, calefacción, asador, mesa de jardín, ropa blanca y estacionamiento descubierto dentro del predio.