Conocida por su encanto bohemio y su naturaleza prístina, Mar de las Pampas, en Villa Gesell, es mucho más que sol y playas. Durante la temporada invernal, este pintoresco balneario de la costa atlántica de la provincia de Buenos Aires se transforma en un refugio sereno y acogedor, ofreciendo una experiencia única y revitalizante con los mejores hoteles spa para descansar en familia. Un lugar que también invita a disfrutar del fin de semana extralargo de junio.
Bosques, playas extensas y un centro que enamora. Entre naturaleza, platos que combinan la cocina local con toques gourmet, circuitos de spa, desayunos increíbles, gimnasios y piscinas climatizadas las vacaciones de invierno se convertirán en un verdadero paraíso.
A solo 3 horas y media del AMBA y a 50 minutos de Mar del Plata, Mar de las Pampas ofrece un ambiente tranquilo lejos del ajetreo de las grandes ciudades. Sus bosques y playas son el refugio ideal para quienes buscan escapar del ruido y disfrutar de la serenidad y el confort en medio de un paisaje increíble.
La oferta de hospedaje es variada y acogedora. Cabañas de madera y pequeños hoteles boutique son garantía de estancias cálidas y cómodas.
“Las cabañas y hosterías están equipadas para brindar estadías acogedoras durante los meses más fríos. Los hoteles socios AHT tienen salas de SPA, baños finlandés, ducha escocesa, sauna seco, bañeras con hidromasajes, piscinas cubiertas calefaccionadas, gimnasios y mucho más”, detalló Victor Borgia, presidente de la filial AHT de Mar de las Pampas.
Muchos alojamientos cuentan con estufas a leña o chimeneas, creando un ambiente ideal para la relajación luego de un día explorando el entorno. Algunos también proponen servicios de spa y masajes, perfectos para una experiencia de relajación y bienestar total.
“La localidad cuenta con una gestión hotelera de máximo nivel, muy capacitada y preparada. Al ser un destino joven su hotelería promedia no más de 14 años de antigüedad”, agregó.
Destino Mar de Las Pampas -destinomardelaspampas.com.ar- está conformada por un grupo de hoteles de alta categoría y prestaciones que busca elevar su marca y que las personas que los elijan puedan conocer todas las alternativas de las que dispone cuando visita el lugar.
La combinación de playas desiertas y bosques cubiertos de niebla crea un paisaje invernal único y hermoso, perfecto para paseos relajantes, fotografías y contemplación.
Aunque el clima es más frío, las actividades al aire libre como caminatas por los senderos del bosque, paseos a caballo y ciclismo son habituales y se pueden complacer sin las multitudes veraniegas.
La oferta se complementa con gastronomía regional de lujo. Los restaurantes y cafés, muchos de ellos con chimeneas encendidas, incluyen amplia variedad de platos reconfortantes ante las bajas temperaturas. Desde pescados y mariscos frescos hasta carnes asadas y pastas caseras: un festín para los sentidos.
“Más que platos típicos, lo que el turista se va a encontrar son lugares clásicos. Algunos con comidas muy tradicionales como pastas, frutos de mar, picadas con cerveza tirada y gin, casas de té, cafeterías y chocolaterías, sin descuidar la cocina gourmet. La calidad de los alimentos y la calidez del servicio son un aspecto innegociable”, afirmó Gustavo Luza, referente de la gastronomía local.
Casi toda oferta comercial está distribuida en no más de 200 metros a la redonda: un pueblito donde el sonido de las olas se escucha en cada esquina.
“El turista generalmente opta por las recomendaciones de algún amigo/conocido. La gastronomía de Mar de las Pampas se caracterizó siempre por su atención familiar rodeada de la atmósfera que le da el bosque y el mar, la cual la hace especial”, concluyó Luza, propietario de Mujica Almacén -IG: @mujicaalmacen-.
Por sus callecitas de arena, las pequeñas librerías y tiendas de artesanías convocan a descubrir tesoros únicos y así llevar un pedacito de Mar de las Pampas de regreso a cada hogar.
Mar de las Pampas, en Villa Gesell, es mágica. En cada una de las estaciones del año transmite sensaciones inolvidables y en estas vacaciones de invierno también. Lujo, comodidad y relajación en hoteles con servicios exclusivos para desconectarse a mitad del año y descansar de verdad. Entregarse a caminatas entre el mar y el bosque y disfrutar de la gastronomía prometen una experiencia inolvidable en este destino bueno, bonito y bonaerense de la provincia de Buenos Aires.