Los mapas y hasta el GPS marcarán que la ruta nacional 26 es la que hay que tomar para llegar a Sarmiento, localidad de Chubut ubicada a unos 150 kilómetros de Comodoro Rivadavia. Pero en realidad es un camino que conduce al pasado literalmente, porque allí esperan árboles milenarios, gigantes que parecen salidos del elenco de Jurassic Park y las huellas artísticas de los primeros habitantes de la zona.
Con los lagos Musters y Colhué Huapi como laderos, Sarmiento es una verdadera joya arqueológica que invita a recorrer la historia de estas tierras mientras se disfruta de un paisaje natural impactante. Estas son las tres paradas obligatorias de un itinerario que se empezó a gestar hace millones de años…
Un bosque milenario
No es una exageración. El Bosque Petrificado, con sus casi 2.000 hectáreas, representa una de las acumulaciones de maderas petrificadas más importantes del mundo: de hecho, en 1970 pasó a ser área natural protegida. Allí descansan árboles, ramas, troncos, hojas y semillas de 65 millones de años, que vivieron un proceso de petrificación tan paciente como llamativo.
Visitarlo es realmente un viaje al pasado, ya que a través del sendero es posible toparse con vestigios de la flora y la fauna de los períodos mesozoico y cenozoico. Cuenta con miradores para sorprenderse con las erosiones exóticas que el tiempo supo cincelar, formaciones rocosas policromas y hasta volcanes. Eso sin contar la fortuna de avistar guanacos o zorros grises. El bosque puede visitarse todos los días de 8 a 20 horas.
Tierra de gigantes
Tranquilamente el Parque Paleontológico “Valle de Gigantes”, único de la región sudamericana abocado al periodo cretácico, podría haber sido ideado por el mismísimo Steven Spielberg. Las 16 esculturas de dinosaurios realizadas en tamaño real, teniendo como referencia la gran cantidad de fósiles que se encontraron en la zona y sus alrededores, representan uno de los grandes atractivos de la ciudad.
Gracias al recorrido que propone el parque es posible conocer la historia paleontológica de la Patagonia, con la presencia de estos gigantes que hacen sentir al visitante como un intruso en el ecosistema que recrea aquella época. Las puertas están abiertas de lunes a viernes de 9 a 18 horas, y también sábados y domingos de 11 a 16.
Manos que hablan
Y como si a Sarmiento le hiciera falta otro atractivo histórico para justificar la visita, a poco más de 50 kilómetros se encuentra uno de los lugares con mayor importancia a nivel arqueológico de la región, que atesora registros de los primeros habitantes de la Patagonia. Nos referimos al Alero de Manos Pintadas.
Llegar no es complejo pero sí requiere de un pequeño trekking a 2.500 metros, para luego sí divisar el mencionado alero que aún guarda registro de pinturas rupestres que fueron realizadas por los primeros habitantes de la zona. Por sus características, se estima que estas expresiones son de hace 5.000 años. Es importante destacar que la experiencia solo puede realizarse con la compañía de un guía, y siempre que no esté lloviendo ni nevando.
Créditos de las fotos: Turismo Sarmiento Chubut