Ubicada en Aldea Santa María, Entre Ríos, conserva las tradiciones cerveceras combinándolas con los estilos ya instalados. Conocé la historia de este proyecto familiar a través de las palabras de uno de sus protagonistas.
Aldea Santa María, que descansa a solo 10 kilómetros de Cerrito (Entre Ríos), conoció sus orígenes allá por 1887, cuando un grupo de alemanes provenientes del Volga se instalaron allí y la fundaron. Y es justo desde ese momento cuando la historia de esta localidad y la fábrica de cerveza Seiglu comenzaron a entrelazarse…
Así lo confirma Emanuel Degenhardt, más conocido como “El Enano” y alma mater de Seiglu: “Mis tatarabuelos fueron parte de ese grupo de alemanes que fundaron la aldea”. De esta manera, honrar los antiguos métodos de elaboración de cerveza se transformó en el espíritu de este proyecto familiar en suelo entrerriano.
El punto de partida
“Seiglu nace de un timonazo con cambio completo del rumbo de un emprendimiento anterior, que se disolvió a principios del 2020. Aunque mis inicios cerveceros fueron en el 2010”, revela El Enano, respecto de los primeros pasos de un proyecto en los cuales su mujer Rosana y su hijo Ian fueron pilares fundamentales. “Ellos fueron los que me apoyaron y animaron a seguir en el momento clave”, afirma.
De hecho, el nombre elegido confirma esto: “Seiglu llega a nosotros en un momento de quiebre, y en una búsqueda random en internet aparece esta palabra islandesa que significa resiliencia. Es decir, la capacidad de adaptarse a la situación y sobrellevarla. Los islandeses, al igual que otros países nórdicos, son un pueblo conocido por su resistencia y fortaleza, porque a pesar de vivir en tierras congeladas y volcánicas, han podido progresar”.
Así, con el empuje familiar detrás, se convirtieron en pioneros en lo que respecta a la elaboración de cerveza artesanal en la zona: “Fuimos de los primeros en Cerrito junto con otros homebrewers que por distintos motivos no siguieron. Actualmente somos dos cervecerías activas”.
Honrando el pasado
Si hay algo muy presente en Seiglu son las tradiciones y el respeto por los antiguos métodos de elaboración: “Buscamos fusionar los métodos antiguos (cervezas sin hervor, uso de granos crudos y adjuntos cercanos a la fábrica, levaduras nórdicas no convencionales) con los estilos ya instalados. Así, logramos cervezas que pueden despertar la curiosidad de quien las toma, para que puedan animarse a probar más de este inmenso y apasionante mundo de la cerveza artesanal”.
Por supuesto que más allá de poner especial foco en las técnicas antiguas, también tienen muy claro que la capacitación constante y las buenas prácticas son claves para un buen producto final. “Por eso contamos con laboratorio propio, y hemos realizado especializaciones universitarias y diferentes cursos nacionales e internacionales”, agrega El Enano.
Para todos los gustos
¿Qué variedades elabora Seiglú actualmente? Bien vale este apartado detallado, ya que durante el año tienen tres estilos fijos y luego se suman algunos “estacionales”. A saber:
– Mini blonde es una reinterpretación de las belgian blondes con levadura de granja lituana. Es una cerveza clara, de perfil levemente cítrico-especiado de bajo amargor y contenido alcohólico haciéndola suave, liviana y refrescante.
– Hazy Ipa está encarada hacia el sabor y aroma por sobre el amargor, con adición de lúpulos nacionales que aportan notas frutales, cítricas y a pino. Es de de un amargor agradable que se amalgama con el aporte especiado de los cereales no malteados. De aspecto turbio por la interacción de la levadura de granja lituana, trigo y avena crudos agroecológicos de la zona.
– Dry Stout es una cerveza oscura de cuerpo liviano, con aromas a café y cacao, en boca se acentúa el café y sutil chocolate amargo.
Y en la época del año donde los cítricos rodean a la cervecería, desde Seiglu intercambian frutas por producto final con los vecinos para hacer Saisons o witbiers. De hecho esta estación la inauguraron con una cerveza diferente, volviendo a las raíces mismas del proceso cervecero.
Así lo cuenta El Enano: “La Raw Saison representa un antiguo estilo de cerveza caracterizado por la utilización de maltas, frutas y especias de estación. Su toque distintivo es el hecho que no lleva hervor, y el uso de trigo sin maltear y las adiciones de cáscaras y jugos de cítricos (pomelo, mandarina, quinoto y limón). Esta combinación da como resultado una cerveza aromática, levemente lupulada y de muy alta tomabilidad”.
Por Christian Ali Bravo.